Uno de los propósitos de muchas personas después de las fiestas navideñas es perder esos kilos de más que se han acumulado tras varias semanas de comilonas excesivas. Los dos elementos clave para mantener el peso, en cualquier edad, son la nutrición y la actividad física. La máxima común es que para controlar el peso, la energía que se ingiere debe estar equilibrada a la cantidad de energía que se consume. Esto implica tener una alimentación equilibrada y hacer ejercicio de forma regular. Estos buenos hábitos deberían integrarse desde la infancia para poder disfrutar de una buena salud en el futuro. Sin embargo, cada etapa vital tiene sus necesidades.
6A PARTIR DE LOS 65 AÑOS
A partir de esta edad, la salud puede ser más delicada. En algunos casos puede haber problemas de masticación, por lo que convine elegir alimentos de fácil deglución. Las comidas deben dar prioridad a las proteínas magras, las frutas y las verduras, con un consumo moderado de hidratos de carbono. Es fácil perder masa muscular a estas edades, mucho más si la persona pasa por periodos de encamamiento por lesiones o enfermedad. Es fundamental para todos los aspectos de la salud, seguir manteniendo una vida activa, con ejercicios adaptados a las capacidades físicas. Fortalecer los músculos a esta edad puede evitar caídas y fracturas, ya que el cuerpo se mantiene ágil y los huesos más resistentes.