Si las pastillas para dormir fueran la respuesta a las noches de insomnio, España sería uno de los países más descansados del mundo.
5Un largo pasado lleno de altibajos
Las pastillas para dormir tienen una historia problemática. Otras drogas llamadas benzodiazepinas (como Dalmane o Halcion) son notorias por causar somnolencia, sedación y adicción. Según un informe publicado en 2005 en el BMJ, las personas que toman benzodiazepinas para tratar los trastornos del sueño tienen el doble de probabilidades de lesionarse que de salvarse.
Nicole Brandt, profesora asociada de farmacia en la Universidad de Maryland, dijo que los médicos y los insomnes esperaban que los nuevos medicamentos como Ambien y Lunesta ayudaran a promover el sueño sin tantos efectos secundarios, pero esas esperanzas eran altas.
Falló hasta cierto punto. Ambien y Lunesta no solo pueden irritar y desorientar a las personas, sino que algunas personas caminarán, comerán e incluso conducirán antes de estar completamente conscientes después de tomar la droga.