El tema de los trenes de Cantabria, uno de esos errores muy visibles en el que además se involucran gobiernos de varias comunidades autónomas, el Ministerio de Transporte, Adif, Renfe y la Agencia Estatal de Seguridad y que se ha vuelto la comidilla de las redes. A eso se puede sumar lo ridículo que parece la noticia central: Los trenes que no tienen el tamaño correcto para atravesar un túnel. Pero a todo esto, los afectados probablemente estén más preocupados por cuando podrán usar sus nuevos vehículos.
Los nuevos trenes de Cercanías para Cantabria y Asturias no circularán hasta al menos 2026, según la previsión del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), que dice que «nunca ha habido problemas de trenes grandes» o que no entraran por los túneles sino que lo que ha habido ha sido una «dilación» sobre la «discusión técnica» para evitar que fueran «más pequeños» que los actuales.
«Nunca ha habido problemas de trenes grandes, sino más pequeños de los actuales y eso no lo queríamos», ha afirmado esta tarde el secretario general de Infraestructuras del MITMA, Xavier Flores, quien ha liderado la reunión celebrada esta tarde en Santander del grupo de trabajo entre el Ministerio, ADIF, Renfe, la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria y los gobiernos de Cantabria y Asturias para hablar del problema surgido con los trenes que iban a enviarse a estas dos comunidades para mejorar sus Cercanías.
En la rueda de prensa que ha seguido a la reunión, Flores ha evitado hablar de error y ha hecho varias puntualizaciones a lo publicado sobre lo ocurrido y los «chascarrillos y las risas» que ello ha causado.
Y es que, según ha indicado, lo que realmente ha ocurrido es que el problema surgió en que la discusión técnica sobre la metodología a aplicar para evitar que los trenes fueran más pequeños se ha dilatado más de lo deseado.
Ha explicado que si se aplicaba de forma estricta la normativa de gálibos el resultado era «trenes más pequeños de los actuales», algo que se quería evitar porque hubiese sido «irreparable». De hecho, ha señalado que una de las decisiones adoptadas es el empleo del denominado «método comparativo» para evitar esa cuestión, que consiste en la utilización de un tren que actualmente circula por las líneas como referencia para los nuevos trenes.
También ha insistido en que «no se ha fabricado ningún tren», «no se ha diseñado ningún tren que no quepa por los túneles» y «no se ha utilizado ningún dinero público» fruto del problema que ha habido con el tema de los gálibos.
REDISEÑO DEL CONTRATO Y DE LOS TRENES DE CANTABRIA
Tras lo ocurrido, Flores ha explicado que se va a rediseñar el contrato y se va a hablar con la empresa para que aporte un calendario detallado sobre los nuevos plazos y, «si puede, reduzca» los 45 meses previstos en el contrato en vigor.
Cuando esto ocurra, el MITMA se ha comprometido a compartir «con plena transparencia» los datos con Cantabria y Asturias. Tras las explicaciones recibidas por parte del Ministerio, ADIF y Renfe, los consejeros de ambas comunidades que han intervenido en la rueda de prensa —el de Transportes, Javier López Marcano, por parte de Cantabria, y el de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Jesús Calvo por parte de Asturias— no han puesto objeciones públicas a lo dicho por Flores.
De hecho, Marcano ha afirmado que «les deja tranquilos» que el contrato tenga vigencia y no haya que sacar a licitación otro nuevo y «solo» hay que hacer una «revisión» y «rediseño» del mismo, algo que ha pedido que se realice «con rigor y minuciosidad».
Además, se ha felicitado de que la «cuestión financiera» sobre la inversión quede «completamente asegurada», cuya cobertura viene de un préstamo con el Banco Europeo de Inversiones, que Flores cree que no corre riesgo por la demora.
Sí es cierto que el secretario general de Infraestructuras, a preguntas de los medios sobre el coste del contrato –suscrito en diciembre de 2020– ha reconocido que la revisión puede suponer un alza en los precios por la subida de las materias primas.
Por su parte el consejero asturiano ha señalado que «entiende la situación» ocurrida y la «dificultad» del tema, pero ha pedido «sacar conclusiones para que esta situación no se produzca de nuevo».
Además, se ha felicitado de que se haya fijado una «posición conjunta» sobre el contrato actual QUE debe «preservarse y adaptarse para que logre los objetivos» y que lo haga «en el menor tiempo posible» y «se acorten los plazos en el máximo posible».
También el consejero ha vuelto a hablar de «compensaciones» para Cantabria y Asturias tras lo acontecido y, de hecho, pide más trenes que «sirvan para completar las necesidades de material rodante» que existen.