La cruzada contra el azúcar es implacable. Hay quien lo llama veneno blanco, en alusión al producto refinado, aunque se ha comprobado que otros tipos de azúcar tienen los mismos efectos. Nuestras células necesitan glucosa para sobrevivir, pero esta no tiene que provenir del azúcar. Hoy en día, se ha llegado a unos límites de consumo exagerado de azúcar, que además, no solo está presente en dulces, también se camufla en todo tipo de procesados. El aumento de enfermedades como la diabetes ha hecho estallar la alarma y toda la sociedad parece levantarse en pie de guerra contra este producto.
5ADICCIÓN
El azúcar no como una droga dura, pero sí tiene cierto componente adictivo. Cuanto más dulces se comen, más se desean. La culpable es la dopamina, la hormona de la felicidad que produce el cerebro cuando tomamos un alimento dulce, y que no hace querer más. Aunque solo se considera adicción cuando hay una necesidad de consumo compulsivo, la realidad es que comer dulces engancha y hay que pasar por varios días de abstinencia para dejar de desearlos.