En pleno invierno y con los cambios bruscos de temperatura de estos meses, la incidencia de gripes y catarros puede aumentar, y convertirse en un verdadero fastidio. Los síntomas más comunes de la gripe son dolor muscular, fatiga, fiebre, dolor de cabeza o tos, y suelen dejarnos fuera de juego durante varios días. Si la cosa se agrava se pueden presentar episodios de vómitos y diarrea, dolor en el pecho y dificultad para respirar. En este caso, es recomendable acudir a un médico, que paute un tratamiento personalizado.
9SOPA CALENTITA
Una sopa caliente puede hacer milagros cuando la gripe nos está venciendo. El calor del caldito lubrica la garganta y reduce la congestión de forma momentánea, además de ser muy reconfortante, y de paso nos aporta la hidratación necesaria. La clásica sopa de pollo es una gran opción, pero cualquier tipo de consomé tiene propiedades beneficiosas. Mucho más si te lo llevan a la cama.