En pleno invierno y con los cambios bruscos de temperatura de estos meses, la incidencia de gripes y catarros puede aumentar, y convertirse en un verdadero fastidio. Los síntomas más comunes de la gripe son dolor muscular, fatiga, fiebre, dolor de cabeza o tos, y suelen dejarnos fuera de juego durante varios días. Si la cosa se agrava se pueden presentar episodios de vómitos y diarrea, dolor en el pecho y dificultad para respirar. En este caso, es recomendable acudir a un médico, que paute un tratamiento personalizado.
8UN BAÑO CALIENTE
Un buen baño caliente, o una ducha en su defecto, puede ser un remedio poderoso para aliviar los dolores musculares que suelen acompañar la gripe. Lo mejor es llenar la bañera y relajarse unos minutos, añadiendo algunos aceites esenciales que ayuden a relajar el cuerpo y a despejar la congestión, como aceite de eucalipto, menta, té verde, lavanda o pimienta negra.