En pleno invierno y con los cambios bruscos de temperatura de estos meses, la incidencia de gripes y catarros puede aumentar, y convertirse en un verdadero fastidio. Los síntomas más comunes de la gripe son dolor muscular, fatiga, fiebre, dolor de cabeza o tos, y suelen dejarnos fuera de juego durante varios días. Si la cosa se agrava se pueden presentar episodios de vómitos y diarrea, dolor en el pecho y dificultad para respirar. En este caso, es recomendable acudir a un médico, que paute un tratamiento personalizado.
5
VAHOS DE EUCALIPTO
Inhalar vapores de eucalipto puede proporcionar un gran alivio a las vías respiratorias. El eucalipto, al hervirlo, desprende un vapor perfumado con efectos descongestionantes. Basta con hervir unas hojas de eucalipto y dejar la cacerola en la estancia, o cubrirnos con una toalla para inhalar los vahos directamente, respirando profundamente durante unos 10 minutos o hasta que sintamos que se despeja la congestión nasal.