La Comisión Europea ha asumido la «inevitable» retirada coordinada del Tratado de la Carta de la Energía al ante la falta de una mayoría cualificada entre los Veintisiete para aprobar el texto modernizado y después de que Alemania, España, Francia y Países Bajos se abstuviesen en la votación para dar un mandato a Bruselas.
Este cambio de posición, que supone la aceptación de la retirada del Tratado de la Carta de la Energía como única solución posible, es la que España defiende desde febrero de 2021, cuando, tras constatar la escasa ambición de las negociaciones, remitió la primera carta a la Bruselas alertando de la situación, han explicado fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.
Junto a España anunciaron también su retirada Polonia, Francia, Alemania, Países Bajos, Eslovenia y Luxemburgo, mientras que el Parlamento Europeo solicitó también una salida coordinada del Tratado, al considerar que este daba mayor poder a los inversores energéticos privados para litigar contra los Estados miembro.
Bruselas ya intentó sin éxito promover una reforma de la Carta desde dentro del pacto y pidió a los Estados miembro que no lo abandonaran ya que les advirtió de que, a pesar de su retirada, seguirán sujetos sin cambios a las condiciones de arbitraje que prevé el acuerdo internacional durante otros 20 años.
Según han señalado fuentes de la Comisión consultadas, el Tratado no modernizado «no está en consonancia con la política de la UE en materia de protección de las inversiones ni con el Pacto Verde Europeo» por lo que el Ejecutivo comunitario ha instado a que la UE, Euratom y los Estados miembro lleven a cabo una retirada coordinada del mismo.
Las mismas fuentes de la UE han confirmado además que la Comisión Europea ha trasladado su posición revisada a las capitales este mismo martes, en una reunión sobre energía a nivel técnico de los Veintisiete en Bruselas.