Todos lo hemos hecho o lo hacemos con asiduidad o incluso a diario. Mascar chicle es tan habitual en casi cualquier edad que se nos hace difícil no dejarlo. Primero porque es algo que nos entretiene, es gustoso por su sabor y ayuda normalmente a calmar nervios. Nos viene a la imagen el típico entrenador mascando sin parar o un músico en pleno concierto. Para muchos es sinónimo de mala educación o chulería, pero está claro que todos hemos sido asiduos al chicle, sobre todo en la infancia, y en muchos casos se ha ido extendiendo durante toda nuestra vida. Si les dices que es mejor dejarlo, igual te miran raro y te dicen que con el tabaco o el alcohol, vale, pero ¿con los chicles? Pues veamos por qué.
3CUIDADO CON LOS NIÑOS
Cuida también de los más peques, tan asiduos al chicle, continuamente pidiendo en quioscos o supermercados algún paquete de ricos sabores. Para empezar, mejor que no lo consuman los niños menores de 5 años y así evitar atragantamientos. A partir de esa edad, seguir vigilando que no se convierta en una rutina y vicio.