La iluminación LED ha ido sustituyendo poco a poco a las luces incandescentes de tungsteno. Estas últimas emiten una luz del espectro del rojo, mientras que los LEDES emiten longitudes de onda azules que tienen la ventaja de iluminar eficazmente con menos energía. Por esto este tipo de luz se ha impuesto en los últimos tiempos en nuestros espacios y también en nuestros dispositivos, lo que significa que estamos rodeados de emisiones de luz azul artificial. Además, la gran mayoría de las personas pasan una gran parte del día con la vista fija en un ordenador o el móvil, expuestas día y noche estas emisiones.
2LOS SUPUESTOS PELIGROS DE LA ILUMINACIÓN LED
También se ha afirmado que la luz azul altera los ritmos circadianos, lo que puede derivar en un progresivo debilitamiento del sistema inmunitario. Esto, prolongado en el tiempo, puede dar lugar a enfermedades más graves a largo plazo como problemas cardiovasculares o cáncer colorrectal o de mama, debido a lo que se ha bautizado como “síndrome del vigilante nocturno”. La teoría se basa en que la luz que refleja el cielo azul sobre nosotros, actúa como inhibidor del sueño y como estimulante. Por lo tanto, la luz azul de las pantallas y de nuestras lámparas LED actuarían de una forma similar sobre nuestro cerebro, colocándonos en un estado de alerta en las horas en las que deberíamos estar durmiendo.