La economía verde enamora cada vez más a la banca, los servicios financieros y al sector asegurador.
El Banco Central Europeo (BCE), la aseguradora Mapfre y la estadounidense BlackRock Investment Stewardship (BIS), el mayor gestor de inversiones del mundo, le han sacado ya la tarjeta roja a las empresas sin compromiso climático que no están dispuestas a ajustar sus propios modelos de producción para reducir emisiones de carbono y cumplir las metas de calentamiento global establecidas por Naciones Unidas para el 2050.
BLACKROCK Y SUS RECOMENDACIONES
BlackRock recomendó a sus asociados y clientes dar respaldo financiero a las empresas responsables ambientalmente y activas en la lucha contra el cambio climático y alineadas con el Acuerdo de París, desde 2021. BlackRock presentó una guía sobre exigencias hechas a las empresas en las que participa en relación con las soluciones climáticas que espera de ellas y su alineación con ese acuerdo global sobre cambio climático suscrito en Francia en 2015. https://www.blackrock.com/corporate/literature/publication/blk-commentary-climate-risk-and-energy-transition.pdf?linkId=100000032894029
Blackrock presentó una guía sobre exigencias hechas a las empresas en las que participa
Eso marcó un hito interesante en el mundo económico global y de los mercados bursátiles internacionales porque, en la praxis, supone la definición de un rumbo financiero para la transición a una economía descarbonizada y representa una tarjeta roja a las empresas que siguen recalentando el planeta de manera irresponsable porque el flujo de dinero se les empezó a cerrar.
«No hay empresa cuyo modelo de negocio no se vea profundamente afectado por la transición a una economía neta cero. Hemos comenzado a ver el impacto financiero directo [del cambio climático] a medida que las empresas de energía asumen miles de millones en amortizaciones relacionadas con el clima en activos varados y los reguladores se centran en el riesgo climático en el sistema financiero mundial», escribió Larry Fink, presidente y director ejecutivo de BlackRock.
BlackRock no es la única empresa de gestión de activos financieros que ha tomado este tipo de medidas.
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Como bien señala el Instituto Global McKinsey, el riesgo climático es un riesgo de sostenibilidad económica cada vez más alto para cualquier iniciativa empresarial. En consecuencia, también es un riesgo de inversión que ganará cada vez más peso al momento de definir qué hacemos con nuestro dinero.
Desde entonces, las empresas en las que invierte BlackRock deben precisar qué están haciendo para contribuir a la disminución del calentamiento global, con el propósito de que ese calentamiento sea inferior a 1,5 °C y el planeta pueda alcanzar la meta de 2050 emisiones netas de gases de efecto invernadero iguales a cero.
LO QUE DICE EL BCE
Este martes, el BCE puso el pie sobre el acelerador de la transformación climática de su cartera, dándole prioridad a los bonos de empresas verdes y complicándole la vida a los emisores que dejan en su camino una huella más amplia de emisiones.
Isabel Schnabel, miembro de la Junta Ejecutiva del supervisor europeo, anunció que pretenden reorganizar las tenencias de bonos corporativos para mejorar el reflejo del riesgo climático para que la institución sea eficiente a la hora de adecuarse con los objetivos del Acuerdo de París, del que ahora reconoce que que se encuentra lejos. «En ausencia de reinversiones, habría que considerar la reorganización activa de la cartera hacia emisores más ecológicos», declaró.
También consideran dejar de invertir en los más contaminantes, aunque de forma escalonada, para contar con una mayor influencia en compañías clave en el proceso de transición energética.
el BCE HA PUESTO el pie sobre el acelerador de la transformación climática de su cartera
Sus palabras son un claro aviso para el mercado y para las compañías europeas que todavía no cuentan con compromisos ‘net zero‘.
Este anuncio seguramente tendrá un impacto generalizado, especialmente negativo para los emisores que carecen de transición potencial, concluye Larisa Fritz, la estratega de renta fija de ABN Amro Bank NV. «Una vez formalizado, el impacto será más fuerte», resaltó la experta.
En julio de 2022, el BCE anunció una serie de medidas para recalibrar su cartera de bonos y ‘castigar’ de alguna manera a las empresas con mayor volumen de emisiones, que también se podrían ver afectadas por unas políticas de aceptación de colaterales más restrictivas.
Sin embargo, sus planes generaron críticas por centrarse solo en reinversiones y el giro en su política monetaria para luchar contra la inflación le habría dado una vía para replantearse estos primeros objetivos que, además, son insuficientes para que el BCE se alinee con los objetivos del Acuerdo de París.
No obstante, en su discurso de este martes, Schnabel aseguró que la política del BCE no puede garantizar una trayectoria de descarbonización consistente con la neutralidad de carbono de nuestras operaciones para 2050. Tendrán que aplicar cambios mayores si quieren alinearse con la ruta hacia el cero neto y modificar el enfoque inicial que se había dado al tema.
MAPFRE Y SUS ANUNCIOS
Mapfre también anunció esta semana que se ha unido a la Alianza de Propietarios de Activos para las Cero Emisiones Netas (NZAOA)), una coalición internacional impulsada por la ONU para facilitar la transición de sus carteras de inversión hacia las cero emisiones netas de gases de invernadero y llegar a ser una empresa ‘net zero’ en 2050.
Con esta adhesión, la compañía aseguradora se comprometió a fijar objetivos individuales en 2023 que deberá llevar a cabo sobre las emisiones de su cartera de inversión e informar periódicamente sobre los progresos realizados. Así, deben hacer cumplir metas específicas a los clientes que tienen altas emisiones, además de los objetivos de transición financiera, para promover la inversión en soluciones climáticas que contribuyan a la transición energética.
La aseguradora se comprometió a fijar objetivos individuales en 2023 que deberá llevar a cabo sobre las emisiones de su cartera de inversión
Mapfre pretende «seguir elevando la exigencia de sostenibilidad de una manera firme y progresiva», con objetivos concretos que contribuyan a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la cartera de seguros y reaseguro de la multinacional, declaró el presidente de Mapfre, Antonio Huertas.
La NZAOA, creada en 2019 por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, está formada actualmente por 74 inversores institucionales que representan 10,6 billones de dólares en activos bajo gestión.
En 2022 Mapfre desarrolló una herramienta propia con la que la gestora de activos del grupo analiza y evalúa los riesgos asociados al cambio climático en sus inversiones, la cual le ha permitido contribuir a la reducción de más de un millón de toneladas de emisiones de dióxido de carbono asociadas a sus inversiones.
La compañía también se ha propuesto neutralizar su huella de carbono para 2030 y no invertir ni asegurar a empresas de carbón, gas y petróleo que no cuenten con un plan de transición energética.
CERO EMISIONES NETAS
Participando en esta Alianza, Mapfre busca reforzar su compromiso con la descarbonización e impulsar la transición hacia las cero emisiones netas.
El cero neto en 2050 es una meta establecida por el Acuerdo de París para limitar el calentamiento del planeta a 1,5 grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales.
Esto implica reducir todo lo posible los gases de efecto invernadero que se generan y conseguir que las emisiones restantes se reabsorban desde la atmósfera mediante, por ejemplo, el océano y los bosques.