El taxi de Barcelona vuelve a agitar la bandera de la guerra contra las VTCs, especialmente contra Free Now. Alberto Álvarez, líder del sector, vuelve a agitar las calles pese al optimismo mostrado por «su decreto», aprobado en julio con una serie de requisitos que imposibilitaban, en teoría, la operativa de las plataformas. Es su forma de conseguir sus objetivos en Barcelona y en Cataluña. El taxi dicta y la Generalitat obedece. Es una estrategia que siempre les ha funcionado, hasta el punto de redactar prácticamente el nuevo decreto del que ahora reniegan.
La nueva normativa, redactada por los taxistas y el PSC, exige una serie de barreras de entrada y evitaba -como así se vendió- la competencia del taxi. Sin embargo, las plataformas, como Uber, Cabify, Bolt y Free Now continúan operando una semana después de la entrada en vigor del decreto.
Asimismo, ésta última aplicación ha presentado su particular batalla en los tribunales, con una demanda contra el Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) por la nueva herramienta informática de obligado cumplimiento para los taxistas, en línea con la impugnación llevada a cabo por la Autoridad Catalana de Competencia (ACCO) a finales de este pasado año.
Todo ello, con el Mobile World Congress a la vuelta de la esquina y con la amenaza de paralizar Barcelona con una «dura movilización», a imagen y semejanza de lo ocurrido en las primeras semanas de 2019.
DURAS MOVILIZACIONES CON FREE NOW EN EL FOCO
Free Now y el taxi de Barcelona han iniciado la gran guerra de la movilidad tras la entrada en vigor del nuevo decreto de las VTCs en Cataluña. La nueva normativa no satisface a nadie y ha originado un nuevo enfrentamiento a tan sólo dos meses del inicio del Mobile World Congress. Los taxistas de Barcelona se movilizan por la creciente actividad de los vehículos con licencia de alquiler con conductor en la Ciudad Condal, pese a las sonrisas mostradas en el Parlament a finales de julio, cuando se dio luz verde a un texto redactado por el taxi y los socialistas de catalanes de Salvador Illa y Jaume Collboni.
Al rojo y amarillo se le ha descompuesto la cara, pese a ser «su» decreto, como reafirmó Alberto Álvarez en varias ocasiones. A su juicio, era el fin de las plataformas y de las VTCs. De hecho, contó los días del calendario -cuatro años, tres meses y tres semanas- para tratar de anular a las nuevas empresas de movilidad. La norma establece, entre otros, una longitud mínima de 4,9 metros a los vehículos negros con la matrícula azul y una serie de autorizaciones que debieron pedirse en el mes de septiembre del pasado año.
Según los datos del taxi, tan sólo 600 licencias -todas ellas pertenecientes a las empresas de VTCs tradicionales- tienen el permiso para operar en Barcelona. Sin embargo, hay centenares de vehículos más circulando por las calles de la capital catalana. Desde el Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) mantienen un absoluto y sorprendente silencio sobre cuántas licencias podrían operar desde la entrada en vigor de la nueva normativa.
FREE NOW RESPONDE AL IMET EN LOS TRIBUNALES
Tampoco realiza comentarios sobre la demanda puesta en los juzgados. Mutis por el foro. Ni media palabra, mientras la estación de Sants ha estado prácticamente toda la mañana de la víspera de Reyes sin servicio de taxi. Tampoco se han visto VTCs por la zona durante la primera asamblea para acordar movilizaciones.
Esta nueva guerra tiene todos los visos de recrudecerse en las próximas semanas y se está librando tanto en los despachos como en instancias judiciales, además de la en la calle con la primera asamblea convocada por Élite Taxi para tratar de marcar la hoja de ruta a tan sólo 54 días de la celebración del Mobile World Congress. Free Now, por su parte, reclama, según los taxistas, «el fin de la tarifa regulada».
La reunión, celebrada en la neurálgica estación de Sants en plena víspera de Reyes, ha acabado con el pacto de dar apenas diez días de tregua al Ayuntamiento y a la Generalitat antes de emprender duras movilizaciones, con la amenaza de paralizar completamente el MWC, un riesgo que los promotores de la feria tecnológica más importante del mundo rechazan de plano.
LA PARALIZACIÓN DEL MWC, LA GRAN AMENAZA DEL TAXI
Una paralización en las calles, como la vista en anteriores ocasiones, pondría en serio riesgo la continuidad de este gran evento que deja cerca de 500 millones de euros en la Ciudad Condal en apenas tres días, a pesar del pacto de carácter permanente para mantenerse en el tiempo.
Ninguna plataforma va a imponer su dictadura
El detonante de esta asamblea se debe no sólo por la circulación de VTCs operadas por Cabify, Bolt o Uber, sino también por la denuncia de Free Now contra el IMET en el juzgado 6 de lo Mercantil de Barcelona por el uso de la tarifa regulada. Según los taxistas, la plataforma trata de tumbar los precios públicos, los fijados por el taxímetro, al entender que son una barrera a la competencia. Cabe recordar que esta aplicación trabaja con también con este tipo de licencias públicas.
La demanda de Free Now se centra en la imposición del IMET sobre la obligación de los taxistas de tener instalada la aplicación Picmi Taxi, una exigencia que choca directamente con el modelo de la empresa privada que también opera con vehículos negros y amarillos. Por este motivo, entienden que este requisito incumple la normativa. A juicio de Álvarez, la compañía «quiere mearse sobre las personas». Asimismo, han pedido la personación de Élite Taxi en esta demanda como uno de los afectados, pero la empresa ha impugnado al considerar que no están legitimados para ejercer de defensa.
EL TAXI INSISTE EN HUNDIR A UBER, CABIFY Y FREE NOW
«Las que operan Uber, Bolt, Cabify o Free Now no tienen la autorización. Son ilegales. Son proscritos», según ha afirmado Alberto Álvarez, líder de los taxistas y de Élite Taxi. Álvarez, que aseguró a este mismo medio que estaba en contra de colapsar las calles, ha amenazado ahora con realizar «movilizaciones muy duras» en caso de que las VTCs de plataforma continúen operando en Barcelona. Así, les ha dado tan sólo diez días de plazo tanto al Ayuntamiento como a la Generalitat para retirar de las calles a las VTCs sin la correspondiente autorización del Área Metropolitana de Barcelona.
Según ha afirmado Álvarez, erigido ahora como el responsable de seguridad de Barcelona, tanto la Guardia Urbana como los Mossos d’Esquadra, darán orden a los agentes para «ponerse a trabajar» y comenzar a sancionar a los vehículos infractores. De hecho, según el líder del taxi, la policía tendrá el listado completo de las matrículas, diferenciando entre las autorizadas y las que operan sin el permiso del IMET. «Ninguna plataforma va a imponer su dictadura», ha sostenido.
EL NUEVO ULTIMÁTUM DEL TAXI A LA ADMINISTRACIÓN
Para mostrar cierta unidad entre las instituciones y el taxi, el PSC ha mandado a su concejal de Seguridad, Albert Batllé, para tratar de apaciguar los ánimos. El lugarteniente de Jaume Collboni ha convocado a la junta de seguridad del Consistorio el próximo 11 de enero para determinar la línea de actuación tanto de los agentes de los Mossos d’Esquadra como de la Guardia Urbana para imponer las sanciones y retiradas del vehículo estipuladas en el decreto actual.
La respuesta se dará con la vuelta de la actividad en la ciudad tras el parón navideño. No obstante, los taxistas han señalado este día en el calendario como el fin de la «tregua» para «pulir» el protocolo contra los vehículos de alquiler con conductor. Si no se satisfacen sus demandas, se abrirá un calendario de movilizaciones contra la dictadura de las plataformas digitales y una nueva regulación.