Hay muchas formas en las que la pandemia y el Covid19 han transformado la sociedad. En algunos casos, como en lo que se refiere al uso del dinero en efectivo, parecen haber dado un empujón considerable a una práctica que ya parecía ir cambiando de manera natural: utilizar cada vez menos el dinero físico. Una demostración más de la revolución digital en la que el mundo ya se encuentra sometido de lleno. Por supuesto, se trata de algo en lo que ni los principales expertos parecen ponerse de acuerdo. ¿Sería realmente beneficioso para todos abandonar casi por completo las formas de pago tradicionales? ¿Es un camino que no tiene marcha atrás?
En este artículo vamos a tratar algunas de las desventajas que presentaría, a priori, el uso prácticamente exclusivo de efectivos digitales para el día a día de la mayoría de los ciudadanos. Consecuencias que dan que pensar en muchos sentidos.
6¿Es posible un mundo sin dinero en efectivo?
Hoy por hoy, es complicado imaginar una sociedad que funcionara sin dinero en efectivo. Aunque, como comentábamos antes, todo tiene ventajas e inconvenientes, da la sensación de que tal generalización penalizaría a la mayoría de los ciudadanos más de lo que la beneficiaría. Al fin y al cabo, ¿no es mejor poder elegir una fórmula u otra, sin tener que limitarse?
Con todo, es inevitable sentir que estamos en un momento de transición, nos guste o no, y es complicado por ahora saber hacia dónde nos llevará este.