La mayoría de la gente opta siempre por las comidas y cocinados «en su punto», es decir, ni muy crudo ni muy hecho. Pero hay extremos como aquellos que toman alimentos crudos o casi y otros que les encanta ingerir comida quemada o casi quemada. Nos ocuparemos de estos últimos, por más habituales, sobre todo en carnes, croquetas o arroces, el famoso socarrat. Sin embargo, la pregunta obvia es si es bueno, inocuo o por el contrario perjudica tu salud. Vamos a arrojar luz sobre todo ello y saber si cada vez que pido la carne muy hecha me estoy perjudicando seriamente.
8¿CÓMO REDUCIR EL RIESGO?
Obviamente lo mejor y más sencillo es no consumir ni la lista de productos vistos ni quemar los que cocinamos. En cuanto a la acrilamina, esto es lo que los expertos recomiendan:
Vigilar la temperatura final de cocción, fritura o tostado y el tiempo de los mismos. El color es, en la mayoría de los casos, un buen indicador. Un color ligeramente dorado en un alimento frito o tostado es aval de una menor presencia de acrilamida.
Evitar siempre las tonalidades marrones oscuras: Cuando frías, tuestes u hornees tus alimentos procura controlar estos aspectos y así te asegurarás que los niveles de acrilamida son los mínimos, ganando en salud.