La mayoría de la gente opta siempre por las comidas y cocinados «en su punto», es decir, ni muy crudo ni muy hecho. Pero hay extremos como aquellos que toman alimentos crudos o casi y otros que les encanta ingerir comida quemada o casi quemada. Nos ocuparemos de estos últimos, por más habituales, sobre todo en carnes, croquetas o arroces, el famoso socarrat. Sin embargo, la pregunta obvia es si es bueno, inocuo o por el contrario perjudica tu salud. Vamos a arrojar luz sobre todo ello y saber si cada vez que pido la carne muy hecha me estoy perjudicando seriamente.
3NO LLEVES AL LÍMITE A TU ORGANISMO
Como todo, si un día comes carne quemada no va a pasar nada, pero si es algo habitual y recurrente, hay un problema. Es más, que el organismo se acostumbre a esta preparación hace que al final no será capaz de procesar las toxinas, acumulándose en nuestro interior y por tanto degenerando nuestras células hasta provocar enfermedades, entre ellas o además, el cáncer (sobre todo de páncreas, estómago y colon).
A comida más quemada, más difícil de asimilar por el estómago, necesitando más tiempo y recursos. Como mínimo todo ello provocará acidez, pesadez estomacal y molestias digestivas, que con el tiempo se pueden transformar en enfermedades gástricas.