La mayoría de la gente opta siempre por las comidas y cocinados «en su punto», es decir, ni muy crudo ni muy hecho. Pero hay extremos como aquellos que toman alimentos crudos o casi y otros que les encanta ingerir comida quemada o casi quemada. Nos ocuparemos de estos últimos, por más habituales, sobre todo en carnes, croquetas o arroces, el famoso socarrat. Sin embargo, la pregunta obvia es si es bueno, inocuo o por el contrario perjudica tu salud. Vamos a arrojar luz sobre todo ello y saber si cada vez que pido la carne muy hecha me estoy perjudicando seriamente.
2EL CASO MÁS HABITUAL: LA CARNE QUEMADA
Es sin duda lo más visto en casas y restaurantes: «yo la quiero muy hecha, churruscadita», suelen decir muchos. Pues sin duda la mejor carne para que el organismo la asimile bien y no le perjudique es al punto o poco hecha mejor. Y es que cuando un alimento se cocina demasiado se modifican sus propiedades nutricionales. De hecho, cualquier grasa cocinada por encima de los 250ºC acaba perdiendo su estado natural para convertirse en algo peligroso para el organismo. La explicación es que al tostar demasiado el alimento se aumenta la presentica de dióxido de carbono, auténtico veneno para el organismo debido a las toxinas que genera (no deja de ser una combustión). El organismo las procesa y elimina, pero ojo a lo que viene ahora…