Los aros de cebolla suelen formar parte de los menús de comida rápida. Comenzaron a servirse en Estados Unidos y Canadá, pero en la actualidad se encuentran en numerosos establecimientos. Son un sabroso entrante que se prepara frito y que hace que la cebolla tenga un sabor y una textura deliciosos. No se sabe muy bien cuál fue el origen de esta receta, pero lo que si está registrado es que en 1933 apareció publicado en The New York Times un artículo sobre la elaboración de los aros de cebolla. Por su parte, la cadena de restaurantes Pig Stand, reclama la autoría de la receta durante los años veinte.
5FREÍR LOS AROS DE CEBOLLA
Ponemos aceite de oliva a calentar, en una sartén o en una freidora, y cuando esté bien caliente vamos incorporando los aros de cebolla en pequeñas cantidades, cuatro o cinco, según el tamaño de la sartén. La idea es que el aceite mantenga la temperatura y no llegue a enfriarse, porque haría que los aros de cebolla quedasen más aceitosos y menos crujientes. Tampoco deben tocarse entre ellos para que el rebozado no se quede pegado. Cuando tengan un color dorado, retiramos del aceite y colocamos en papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Ya están listos para servir, pero ojo, que el interior permanece muy caliente durante un buen rato.