El freelance es aquella persona que ha decidido trabajar por cuenta propia. Puede operar como autónomo o tener su propia empresa, pero se caracteriza por tener espíritu emprendedor y ser lo suficientemente capaz como para atender a las múltiples tarea que implica trabajar solo y sacar adelante un proyecto personal.
El freelance trabaja de forma independiente ofreciendo servicios a otros profesionales o empresas. Aunque no es un requisito necesario, en la mayoría de los casos suele tratarse de alguien que desarrolla su labor directamente desde su casa. No deja de ser un autónomo, pero para muchas personas el freelance es un perfil algo diferente. Veamos algunos aspectos positivos y negativos de escoger esta forma de trabajar. Empezaremos con cuatro ventajas y luego pasaremos a cuatro desventajas.
6La conciliación no es tan fácil como parece
Decíamos antes que el freelance tiene total libertad a la hora de establecer sus horarios de trabajo, pero la cosa se complica cuando tiene responsabilidades familiares. Cuando uno es su propio jefe existe una mayor tendencia a trabajar más horas de las debidas para acabar todas las tareas que están pendientes. Y no es solo el trabajo, también hay que facturar, hacer la contabilidad, etc.
Esto hace que al final la conciliación entre la vida laboral y personal le resulte tan complicada al trabajador por cuenta propia como al trabajador por cuenta ajena. Lo bueno es que como freelance tienes la libertad de hacer los ajustes que consideres necesarios en tu jornada sin tener que dar explicaciones a nadie.
