Es posible que haya llamado la atención en 2020 cuando el remake de ‘Mulan’ de Disney apareció en los servicios de streaming por 22 euros, casi el doble de una entrada al cine en España. Es un monto que fue muy criticado, pero que no es tan lejano al precio de una entrada para ir al cine en Estados Unidos, ahora la pregunta evidente es: ¿Por qué esta diferencia?. Pues como en tantas otras cosas es básicamente como se diferencia el modelo de negocio del país norteamericano con el nuestro.
En España la distribución de una entrada suele repartirse entre hacienda, un 10% del IVA, el distribuidor y la casa productora, que suelen quedarse con alrededor del 40% del precio, un 3 se pagan en derechos de autor y de queda la sala con el resto. Es cierto que estos montos pueden variar, pero no tanto como al compararlo con Estados Unidos donde el estudio puede exigir hasta el 60% de la recaudación en salas, y el 65% en el caso de Disney.
Pero es que además la casa del ratón ha hecho más exigencias que esta, como pedirle a los cines que mantengan sus estrenos un tiempo mínimo en las pantallas más grandes, aun cuando no tengan un buen desempeño en taquilla. Fue el caso de ‘Lightyear’ este año que durante su paso por Estados Unidos se proyectó en varias salas vacías.
¿POR QUÉ DISNEY TIENE TANTO PODER?
La empresa del ratón se ha vuelto poco a poco un monolito demasiado poderoso en la industria del cine. Apartando las franquicias que fueron creadas en casa, como las princesas, los otros personajes de los cuentos de hadas, o las figuras icónicas como el propio Mickey o Goofy, las dos compras recientes de largo alcance de la empresa los han dejado con una larga lista de personajes reconocibles bajo su control.
Star Wars, Indiana Jones y Willow cayeron en sus manos cuando compraron Lucasfilm, el Alien, el Depredador y John Mclane de ‘La Jungla de Cristal’ y buena parte de la filmografía de Kubrick al comprar Fox y, por supuesto la compra de Marvel que los dejó en posesión de lo que terminó convirtiéndose en la franquicia de cine y televisión más exitosa del siglo XXI.
Esto permite que puedan ahorcar a los cines norteamericanos y presionarlos con muchísima facilidad. No tener el negocio de Disney puede ser una perdida demasiado grande aun cediendo porcentaje tan alto de sus negocios. Por fortuna a nivel internacional no suelen hacer tanta presión por lo que los números son bastante distintos para los cines locales, lo que además permite que las entradas no sean igual de costosas.
LAS DIFERENCIAS CON EL RESTO DEL MUNDO
Hay varios motivos por los que Disney, y los demás estudios de Hollywood, no pueden hacer este tipo de presiones. Por un lado, la existencia de producciones locales, vale señalar que España y el resto de Europa tienen su propia industria del cine y que la misma atrae bastantes espectadores, en cada uno de los países. Sin ir demasiado lejos en 2022 hasta el momento la taquilla generada por cintas españolas representa casi el 15% de lo recaudado en el año, y en un año como 2020 representó una quinta parte del total.
Estas opciones, que además representan un mayor porcentaje de la recaudación en otros países con industrias de cine locales aún más potentes, como India, Reino Unido o Francia. Es aún más radical en China donde el gobierno limita la cantidad de películas extranjeras que se pueden estrenar durante el año.
Pero además hay otra cosa que diferencia el caso español. En vez de repetir el patrón del resto del planeta, donde la cinta más vista de lo que va del año es Top Gun Maverick, la cinta más vista en España es ‘Minions: El origen de Gru’, una demostración de que para los españoles el cine se ha vuelto principalmente una actividad familiar.
NÚMEROS A TOMAR EN CUENTA EN 2023
A pesar de que la situación puede ser distinta para los cines españoles, lo que les permite mantener un precio de entrada bastante menor al de Estados Unidos, tampoco es que para las salas de cine la crisis disparada por la pandemia en 2020 se haya resuelto, y sus números aún distan de lo que esperan volver a llamar «normal».
En concreto las salas de cine españolas han recaudado alrededor de un 30% menos ingresos por entradas que en 2019, y esperan poder seguir acercándose a ese número. Es verdad que aún queda al menos un estreno de peso, ‘Avatar: La forma del agua’ (propiedad de Disney), pero aunque recorte distancias no parece que vaya a ser suficiente. Por fortuna la lista de estrenos de 2023 se ve más cargada que este por lo que quizás sea finalmente el momento donde las salas de cine españolas puedan darse un respiro.