Las bajas temperaturas ya se han instalado en nuestro país, y esto es algo que condiciona nuestro día a día. Además de tener que abrigarnos más y lidiar con ciertas incomodidades del clima, el invierno también afecta mucho a la conducción. Durante esta época del año se producen heladas, lluvias abundantes, nevadas, bancos de niebla, rachas de viento… y todo ello obliga a tomar una serie de precauciones para evitar riesgos y mejorar la seguridad en nuestro coche. Uno de los problemas más habituales en el día a día, incluso en las jornadas de tiempo favorable, es que se empañen los cristales, algo que ocurre de forma inevitable debido a la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.
2CONDENSACIÓN POR DIFERENCIA DE TEMPERATURA
Como apuntábamos, los cristales se empañan cuando hay una gran diferencia de temperatura entre el aire del interior del coche y el del exterior. El aire contiene vapor de agua, en mayor o menor cantidad según su temperatura. El aire caliente contiene una mayor cantidad de agua. Las lunas y los cristales laterales se enfrían al estar en contacto con el exterior y cuando el aire más caliente del interior entra en contacto con los cristales, se forma la condensación que empaña los cristales.