Una de las quejas más habituales de las personas es la de levantarse con sensación de cansancio cada mañana. A veces incluso después de haber dormido suficientes horas. Esto ocurre porque dormir no siempre es sinónimo de descansar, y cuando la calidad del sueño no es buena, la consecuencia es amanecer cansado, sin haber tenido un descanso realmente reparador. El problema es que cuando esta situación se repite de manera continuada, las consecuencias para la salud pueden ir agravándose.
4ANSIEDAD NOCTURNA
Al estrés diurno se suma la ansiedad nocturna, que suele generar problemas de insomnio. Es muy habitual meterse en la cama y que la mente no termine de desconectar. En el silencio de la noche, los pensamientos negativos parecen tomar el control. Queremos quedarnos dormidos, pero nuestro cerebro no se relaja y cuanto más pensamos en ello y miramos el reloj, más desesperante se vuelve la situación. Esto suele provocar una reducción de las horas de sueño y a veces también numerosas interrupciones a lo largo de la noche. Lo más recomendable es emplear técnicas de relajación y meditación.