Cuando conducimos un coche las tormentas no son sólo cuestión de lluvia y del temido aquaplaning, el viento puede convertirse en un enemigo muy peligroso si queremos circular con la mayor seguridad posible. Cuando la velocidad del viento alcance cifras amenazadoras (70, 80 o hasta 100 km/), conviene seguir algunas normas fundamentales, casi de supervivencia. Para evitar que esta situación se vuelva en nuestra contra, hay algunos detalles que debemos tener en cuenta y te los vamos a contar a continuación…
8Charcos y aquaplaning
El asfalto no siempre desaloja correctamente el agua, o bien si hay irregularidades en el firme se pueden formar charcos o balsas. Por este motivo, lo adecuado es ir muy atento a la carretera y evitar zonas que presenten agua acumulada, pues el riesgo de sufrir aquaplaning es más elevado. Si se sufre aquaplaning, hay que mantener la calma, sujetar el volante firmemente con las dos manos y lo más recto posible, levantar el pie del acelerador (que además ayudará a reducir la velocidad) y e intentar no frenar. Si el coche derrapa lo suyo es intentar corregir suavemente la trayectoria.