Cuando conducimos un coche las tormentas no son sólo cuestión de lluvia y del temido aquaplaning, el viento puede convertirse en un enemigo muy peligroso si queremos circular con la mayor seguridad posible. Cuando la velocidad del viento alcance cifras amenazadoras (70, 80 o hasta 100 km/), conviene seguir algunas normas fundamentales, casi de supervivencia. Para evitar que esta situación se vuelva en nuestra contra, hay algunos detalles que debemos tener en cuenta y te los vamos a contar a continuación…
4Más distancia de seguridad
Si el asfalto está mojado, su adherencia se reduce, por lo que aumenta la distancia de frenado, variando en función del firme (cuan de mojado esté) o por ejemplo por la velocidad a la que se circule. Y por ello se debe incrementar la distancia aún más con el coche que nos precede, como mínimo al doble de la habitual y en condiciones secas. ¿Y cómo se calcula una distancia adecuada? La DGT recomienda varios métodos, uno de ellos es el de buscar una referencia (un hito, un punto kilométrico o un cartel) y contar dos segundos. Y dado que con lluvia ha de ser el doble, se deberán contar al menos cuatro segundos.