Muere 2022 tras haber proyectado luces y sombras en una atmósfera mediática española que sigue irrespirable tras intentar digerir Ucrania sin haberse repuesto del covid19. Entre lo más florido del año bélico caben destacar varios proyectos y tendencias. Entre estas últimas cabe destacar la ruptura del tabú sobre la salud mental, que por fin invade la prensa (vean el buen trabajo que esta desarrollando El País), los podcast (el consolidado ‘Entiende tu mente’), la radio (‘El suicidio y tú’, de Onda Cero) y hasta la televisión (la sitcom británica ‘After Life’, que a inicios de este año cerró su periplo en Netflix).
MÁS TENDENCIAS POSITIVAS
Otra tendencia positiva en el año que murió Jesús Quintero es la revalorización de la palabra ‘improvisada’ tras tantos años de hegemonía por parte de la ficción. Gente hablando es lo que encontramos en conversaciones irreverentes (‘La Pija y la Quinqui’), entrevistas (‘El sentido de la birra’ o ‘Lo que tú digas’, ambos de Podimo), debates (‘GenPlayz’ de RTVE) o charlas cómicas (‘Nadie sabe nada’, de la Cadena SER y HBO Max).
El terreno de la ficción también ha sido fértil, especialmente para el cine autóctono
El terreno de la ficción también ha sido fértil. Especialmente para el cine autóctono: ‘Cinco lobitos’, ‘Girasoles silvestres’, ‘As bestas’, ‘Alcarràs’, ‘En los márgenes’, ‘Mantícora’ o ‘La maternal’. Pero también en televisión.
Ahí tenemos a la deslumbrante ‘La Ruta’ (Atresplayer Premium), la valiente ‘Ser o no ser’ (Playz), la deliciosa comedia ‘No me gusta conducir’ (TNT) y, especialmente por su arriesgado y descarnado nudismo, ‘Autodefensa’ de Berta Prieto, Belén Barenys y Miguel Ángel Blanca para Filmin.
EL CAMPO DOCUMENTAL
En el campo documental destacan el mayúsculo ‘Locomía’, luz, comedia y acertadísima puesta en escena (Movistar Plus+), ‘Salvar al rey’ de HBO Max, que es quizá el primer trabajo autóctono que aporta luz sobre la monarquía borbónica, ‘¿Qué diablos es España?’ (de Iñaki Gabilondo para la filial televisiva de Telefónica), ‘Munar. Poder, corrupció, presó’ (IB3), y el ya célebre ‘Crims’ (TV3).
‘Locomía’ ahonda en el revival de las cadenas de pago. De esta mina nostálgica han surgido en estos últimos años algunas joyas (‘Lola’, ‘Héroes: Silencio y Rock & Roll’, ‘El crimen de Alcàsser’, ‘El pionero’ o ‘Ruiz-Mateos, el primer fenómeno viral’), proyectos justicieros desde una perspectiva de género (‘Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof’ o ‘Nevenka’) y trabajos prescindibles (‘Raphaelísimo’ o ‘Pajares&CIA’).
2022 también ha aportado un divertido podcast de ficción (‘Misterio en La Moraleja‘ de Spotify), varios libros mediáticos a destacar (‘Cadena COPE: la radio de las estrellas’, ‘Encarna en carne viva’, ‘El Loco. Biografía no autorizada ni consentida’ o ‘El gran libro del humor español), el nacimiento de un inteligente proyecto deportivo de prensa escrita (Relevo, de Vocento) y la puesta en marcha de un podcast político que equilibra, ligeramente, el conservador espectro mediático español, ‘La Base’ de Pablo Iglesias (Público TV).
DE LA 2 A RADIO MARCA
Este año también ha sido el de La 2, que se disparó en verano con ‘El comisario Montalbano’, ha celebrado el merecido Ondas que va a recibir ‘Saber y ganar’, y se ha reseteado en el campo cultural con ‘Encuentros’, ‘Culturas2’ o ‘Un país para leerlo’.
O el de Radio Marca, que sigue ganando oyentes gracias a espacios como ‘Despierta San Francisco’, delicioso café frívolo en el que David Sánchez se ríe de todo y de todos para dar ejemplo de irreverencia y riesgo a las musicales, de mal en peor a primera hora.
Este año, en el campo publicitario, lo mejor lo ha aportado JB con su emotivo alegato en favor de la libertad. Y en las cada vez más sombrías redes sociales hay que destacar la carta de Rosa Olucha, mujer del actor Santi Millán.
El colorín se frotaba hace unos meses las manos con la viralizada supuesta infidelidad del actor y Olucha calló bocas con un texto antológico del que, para cerrar el resumen del año, destacamos varios párrafos que irradian libertad:
«A todos los que me preguntáis ‘cómo estás’ o me decís cosas del tipo ‘lo siento, tienes todo mi apoyo’, os comento… Lo primero yo estoy bien. Deberíais de preguntaros cómo está él. Él es el que ha sufrido un ataque a su intimidad, que por cierto, es delito. Su intimidad. Suya y de nadie más. No tenéis que sentir pena ni apoyar a nadie. Yo no soy una víctima y aquí no hay ni bandos ni propiedades. Ni él es mío ni yo soy suya».
«Para los que no lo sepan (y ya lo siento), existen muchos tipos de familia. En la nuestra, la libertad, el respeto y la tolerancia son los pilares sobre los que hemos construido este proyecto. Hemos caminado muchos kilómetros juntos y muchos más separados, hemos tropezado mil veces, hemos hablado cuando ha hecho falta, hemos cambiado el ritmo cuando nos hemos cansado y de momento, ni tan mal».
«Me da mucha pereza ver que, a estas alturas, el sexo consentido y privado siga causando escándalos. Sí, señores, ¡la gente folla! Dentro y fuera de la pareja. Y me da casi más pereza que, cuando se hace público, la mayoría se apiada de las mujeres con el clásico ‘pobrecita, no se enteraba’ o ‘qué imbécil que se lo permitía’. Mierda de sociedad católica y patriarcal».
Se puede decir más alto…