La compañía alimenticia de origen suizo es otra de las empresas que también lleva a cabo esta mala arte. Nestlé es una de las firmas más reconocidas y con mayor presencia en el sector alimentario a nivel global. Pero además de ello, viene siendo una multinacional dada a proyectar sus objetivos en mejorar el medio ambiente cuando, según Changing Markets Foundation, en 2020, fue el tercer mayor contaminante del plástico en todo el planeta.
Tal y como indican en su página web, desde Nestlé son «conscientes de la importancia del respeto y el cuidado del medio ambiente, y la sostenibilidad». Además de ello, la empresa «realiza su actividad empresarial optimizando los recursos naturales y minimizando su impacto», tal y como detallan en el apartado de ‘Sostenibilidad medioambiental’ de su web.
CON «AMBICIONES», PERO CONTAMINANDO
En 2018, Nestlé emitió un comunicado en el que tenían «ambiciones» para que su embalaje fuera 100% reciclable o reutilizable en 2025. La reacción inminente de Greenpeace a ese comunicado fue clara. «No moverá la aguja hacia la reducción de los plásticos de un solo uso de manera significativa, y establece un estándar increíblemente bajo como la empresa de alimentos y bebidas más grande del mundo», expresaron desde la organización ecológica. Earth.org la incluyó el pasado julio entre las 10 empresas que más lavado verde hacen.
Earth.org la incluyó el pasado julio entre las 10 empresas que más lavado verde hacen
Habiendo pasado más de cuatro años, la compañía sigue siendo una de las más contaminantes de plástico en todo el mundo. Sumado a esto, Nestlé ha llevado a cabo operaciones de inversión favorables al medio ambiente, como en Penilla de Cayón, Cantabria. Aún ello, la empresa no se desprende de ser una compañía poco amigable con el ecosistema.