La catalana QEV y la china Chery se han convertido en las grandes esperanzas para la reindustrialización del sector del automóvil en Cataluña. El proyecto de D-Hub, liderado por el consejero delegado de QEV, Joan Orús, ha sido el único presentado formalmente para ocupar los vacíos terrenos de Nissan en la Zona Franca de Barcelona.
QEV ha rebajado la inversión inicial en un 62,5%, desde los 800 a los 300 millones de euros
La empresa no lo ha tenido nada fácil para alcanzar la meta. Y es que, además de preparar el concurso y presentar el mejor proyecto debía obtener la ayuda del PERTE del vehículo eléctrico. Este escollo se ha salvado ‘in extremis’ con el contraaval del Instituto Catalán de Finanzas, avalado a su vez por cuatro entidades financieras, como CaixaBank, Banco Santander, Banco Sabadell y AndBank. En total, el hub de QEV ha obtenido un total de 40 millones del consorcio bancario.
QEV ha sido un espectador entre la guerra abierta entre el Gobierno y la Zona Franca de Barcelona sobre el uso de los terrenos de la antigua fábrica de Nissan. El Consorci de la Zona Franca buscaba convertir los casi 500.000 metros cuadrados en un gran centro logístico, una idea lógica en una Ciudad Condal con una gran escasez de suelo y donde los operadores del sector habían puesto gran parte de sus esperanzas para agilizar los envíos de última milla.
QEV SE IMPONE A LA OFERTA NO VINCULANTE DE MERLIN
De hecho, una de las propuestas no vinculante y sólo válida en caso de que se quedara desierto el concurso se enfocó directamente en la logística. Cilsa, apoyada por Merlin y la Autoridad Portuaria de Barcelona, y Mecalux decidieron no dar el paso finalmente.
El proyecto de QEV, sin embargo, se ha recortado respecto a las previsiones iniciales. Goodman acompañará a este proyecto en su parte logística y tendrán los derechos de uso de estos terrenos durante 50 años, con una posible prórroga de 25 años.
En caso de que la planta de ensamblaje que montará QEV no sea lo suficiente, Goodman podría ocupar su lugar y convertir este terreno en logística. El gigante australiano, en este caso, sería el auténtico ganador, mientras que el Consorci se embolsaría 12,5 millones de euros anuales en concepto de alquiler.
La caída de la inversión inicial alcanza el 62,5%, desde los 800 a los 300 millones de euros. Dentro de este montante final se incluyen los 107,8 millones de euros que se le ha concedido al hub de QEV, mientras que Goodman se ha comprometido a invertir otros 100 millones. Esta decisión se debe principalmente a la adjudicación directa de la Generalitat de una parte de los terrenos a Silence, dedicada al vehículo eléctrico, mientras que Nissan conservará otra parte.
QEV REBAJA LA INVERSIÓN EN UN 62%
De cara a los próximos años, QEV espera incrementar la inversión para alcanzar objetivos. No obstante, los 800 millones implicaban la contratación de cerca de 1.000 puestos de trabajo y la creación de miles de furgonetas de reparto, cuyo principal escollo son las homologaciones en Europa.
QEV espera con optimismo la decisión y esperan que la mesa dé el visto bueno al proyecto, más tras presentar los avales. El D-Hub de QEV usará los terrenos para desarrollar actividad industrial, mientras que Goodman destinaría la otra parte a actividades logísticas.
El proyecto de QEV no es el único que busca su espacio en Cataluña. La china Chery llegó incluso a plantear una propuesta no vinculante por los terrenos de Nissan, pero finalmente busca una ubicación para fabricar 300.000 vehículos anuales. El presidente de la empresa china Chery, Tongyue Yin, viajará a Barcelona esta próxima semana para acordar los términos de una negociación a la Generalitat, según publicó La Vanguardia.
LA CHINA CHERY VUELVE A INTENTAR INSTALARSE EN CATALUÑA
Es el segundo intento de este gigante asiático para implantarse en Cataluña tras haberlo hecho en 2009, pero la crisis económica y la negativa del Govern de José Montilla (PSC) abortaron la implantación. Jaume Roura, presidente de la patronal metalúrgica, ha sido el impulsor de esta visita tras tres años de conversaciones. El también presidente de la patronal de concesionarios Fecavem viajó al cuartel general de Chery en Wuyu (China), pero la irrupción de la pandemia del coronavirus aplazó toda la posibilidad.
Este nuevo plan podría albergar a los 1.600 trabajadores despedidos de Nissan, pero la mesa de negociación de la reindustrialización de los terrenos de la nipona no ha concedido período de gracia alguno.
UNA ALFOMBRA ROJA PARA LA CHINA CHERY
Con este volumen de trabajo, tanto las patronales de fabricantes como componentes, dos de las más perjudicadas por la pérdida de peso en la industria automotriz en los últimos años, han pedido que se ponga una alfombra roja a la compañía china. Es decir, rebajas fiscales y bonificaciones para su implementación, un hecho que se ha descartado por completo en el nuevo concurso de Nissan.
Y es que, miles de trabajadores han perdido sus empleos ante la nueva deslocalización de empresas. Tras Nissan, nombres como Bosch también han hecho las maletas en Cataluña, mientras otras decenas de empresas auxiliares han tenido que cerrar ante la falta de carga de trabajo por esta pérdida de clientes.