Admitámoslo, es difícil resistirse a unas buenas croquetas. Sin embargo, es posible que al hacerlas en casa no obtengas los resultados esperados, por mucho que sigas la receta al pie de la letra.
El fallo suele estar en la bechamel, por eso, hoy te traemos algunos trucos con los que vas a conseguir que quede en su punto justo de cremosidad y totalmente libre de grupos. A partir de ahora, cada croqueta que salga de tu cocina será un manjar.
8¿Y si surgen grumos?
Si a pesar de todo aparece algún grumo, puedes pasar la salsa por la batidora o por un robot de cocina. Si la cosa no es muy grave, bastará con hacer uso del típico pasapurés o chino.
Cuando la salsa esté lista, ponla en un fuente y cúbrela con papel film, presionando hacia abajo para que toque la bechamel y no quede nada de aire, así evitamos que se cree una costra. Deja reposar de un día para otro y obtendrás unas croquetas espectaculares.