Admitámoslo, es difícil resistirse a unas buenas croquetas. Sin embargo, es posible que al hacerlas en casa no obtengas los resultados esperados, por mucho que sigas la receta al pie de la letra.
El fallo suele estar en la bechamel, por eso, hoy te traemos algunos trucos con los que vas a conseguir que quede en su punto justo de cremosidad y totalmente libre de grupos. A partir de ahora, cada croqueta que salga de tu cocina será un manjar.
7Incorpora la leche poco a poco
Aunque la leche esté templada o caliente, no por ello tienes que incorporarla toda a la vez y de forma rápida. Vamos a hacerlo como con el roux, añadirla poco a poco y sin dejar de remover en ningún momento.
A medida que vamos añadiendo leche comprobamos en qué momento la bechamel llega al punto que nos gusta. Si vamos a hacer croquetas, es mejor que quede un poco más espesa, para que luego podamos darle forma.