Admitámoslo, es difícil resistirse a unas buenas croquetas. Sin embargo, es posible que al hacerlas en casa no obtengas los resultados esperados, por mucho que sigas la receta al pie de la letra.
El fallo suele estar en la bechamel, por eso, hoy te traemos algunos trucos con los que vas a conseguir que quede en su punto justo de cremosidad y totalmente libre de grupos. A partir de ahora, cada croqueta que salga de tu cocina será un manjar.
6La leche, mejor tibia o caliente
La bechamel para tus croquetas quedará todavía mejor si la leche la añadimos templada o caliente (sin que llegue a hervir), esto permite que se integre fácilmente con los ingredientes del roux.
¿Por qué es importante calentar la leche? Porque el contraste entre el roux caliente y la leche fría puede hacer que los ingredientes se apelmacen y que acaben saliendo grumos, cosa que evitamos si pasamos la leche por el microondas unos segundos.