Admitámoslo, es difícil resistirse a unas buenas croquetas. Sin embargo, es posible que al hacerlas en casa no obtengas los resultados esperados, por mucho que sigas la receta al pie de la letra.
El fallo suele estar en la bechamel, por eso, hoy te traemos algunos trucos con los que vas a conseguir que quede en su punto justo de cremosidad y totalmente libre de grupos. A partir de ahora, cada croqueta que salga de tu cocina será un manjar.
4Tamiza la harina antes
Al hacer repostería siempre tamizamos la harina, que no es otra cosa que pasarla por un tamizador o colador de malla fina para que coja aire. Y resulta que este es un truco que puedes utilizar al hacer croquetas.
Si tamizas la harina antes de llevar a cabo el roux, esta estará mucho menos apelmazada y habrá menos posibilidades de que empiecen a aparecer grumos.