Si eres padre no te deberías sorprender si tu hijo de unos 15 años te pide una cámara con carrete o un disco de vinilo. Lo cierto es que los números recientes de Kodak, la empresa que por muchos años fue la más importante del mundo de la fotografía, de Polaroid o de la industria del vinilo muestra que la generación Z y los millenials tienen un cariño especial por la «economía vintage».
Sea por el motivo que sea, desde la calidad del sonido del disco físico o la forma particular en la que el revelado de un carrete captura la luz, la realidad es que hay varios motivos para recurrir a los artilugios más viejos. Ahora bien, no deja de ser llamativo un informe de Forbes en el que se explica que Kodak tiene que contratar empleados porque no da abasto, mientras que empresas en la cabeza de lanza del mundo tecnológico como Meta, Spotify o el Twitter de Elon Musk llevan a cabo despidos masivos.
Esta nueva pata de la economía es complicada de explicar a primera instancia, pero tiene sentido dentro de la idiosincrasia de estas generaciones jóvenes, que se encuentran menos preocupadas por la productividad y la velocidad. Por ello, tiene sentido que estén dispuestos a trabajar con tecnologías más antiguas por un tema tan simple como la estética.
A KODAK LE TOMA POR SORPRESA LA VENTA DE LAS CAMARAS
Es difícil comparar la calidad de una cámara con un carrete física contra una digital, o incluso la de un teléfono. En cuanto velocidad y fidelidad, el digital siempre tendrá ventaja, y además tiene la ventaja de contar con el programa Photoshop a la hora de editar las imágenes. De hecho, una buena parte de las imágenes captadas por un teléfono son mejores que casi cualquier foto captada en un carrete.
No obstante, hay un par de ventajas que tienen las fotos de carrete. La forma en la que captan la luz, con los rayos haciéndose visibles en algunas imágenes, y el pequeño graneado en algunas recuerdan mucho a las imágenes de redes como Tumblr o la estética nostálgica de artistas como Lana del Rey.
Es irónico lo que la empresa, que entre sus productos digitales y su trabajo en el mundo farmacéutico calcula algo más de mil millones de dólares en ganancias este año, no haya estado preparada para cubrir la demanda de lo que fue su producto rey. De momento, han contratado 300 personas para revelados de rollos y producción de cámaras, y aceptan que aún necesitan más.
POLAROID TAMBIÉN PRESUME DE SU RETORNO
La cámara que ha conseguido el punto medio entre la velocidad de la era digital y la estética vintage son las polaroids. Las clásicas cámaras instantáneas han conseguido crear modelos más pequeños que además de imprimir crean una copia digital de la imagen que puede subirse a las redes. Son pequeñas impresoras de bolsillo y han conseguido su propio hogar.
El auge ha sido tal que la marca ha lanzado nuevos modelos y nuevos colores este año. Una demostración de que ven en las cámaras instantáneas un producto rentable que ha conseguido un pequeño hogar entre nostálgicos y corruptos.
LOS VINILOS SUPERAN AL CD Y SIGUEN CRECIENDO
El ejemplo más evidente del retorno de lo analógico han sido los vinilos. Lo cierto es que se han vendido unos 41,7 millones de discos en 2021, casi el doble que en 2020, y el aumento se mantuvo en 2022, donde se alcanzó la misma cifra en el primer semestre. El aumento es de tal calibre que la propia Billboard ha decidido volver a darle prioridad a las ventas de discos físicos a la hora de calcular sus listas de éxitos.
En este último punto la explicación es más sencilla: El vinilo suena mejor que una reproducción de streaming. Para los melómanos con el oído entrenado, la calidad de aplicaciones como Spotify es bastante pobre y un tocadiscos decente siempre será mejor que una reproducción que debe descargarse y reproducir al mismo tiempo.
Además, para los artistas es mucho más valioso vender un vinilo que una reproducción en Spotify. Ya en MERCA2 se ha mencionado lo mal que las plataformas de este tipo pagan a los artistas, cerca de 0,003 céntimos de un euro por reproducción. En cambio, en la repartición de una venta por ventas puede llevar a que el artista se quede con cerca del 40% del precio de venta. Esto por supuesto puede variar bastante, en especial según la relación que el artista tenga con su discográfica.
En general, no deja de ser curioso. Aunque la tecnología sigue facilitando nuestras vidas hay muchas cosas donde el mundo analógico ha recuperado algo de espacio. Es posible que otras industrias estén preparadas para buscar opciones como esta. Quizás para una empresa como Netflix que busca nuevas formas de generar ingresos, ya colaboraron con Criterion para cuatro lanzamientos en 2020. Habrá que esperar para saber que otras industrias optaran por llevar sus productos digitales al mundo analógico.