Gravity Wave es una startup española que quiere acabar con los plásticos en los océanos. Creada en 2020 por los hermanos pamploneses Amaia y Julen Rodríguez, su objetivo es contribuir a la sostenibilidad del medioambiente a través de un proyecto de impacto social. Recientemente, Pablo Fernández, cofundador de la startup de éxito Clicars, ha entrado a formar parte de la junta de Gravity con una participación del 21% para impulsar su labor a nivel nacional e internacional.
Durante los años que vivió en China y viajó por los países del sudeste asiático, a Amaia le impactó la cantidad de plástico que se acumulaba en sus mares y playas. Una situación que le hizo tomar conciencia de la situación y querer emprender su propia acción para tratar de arreglarlo, tal y como explican los hermanos Rodríguez a Merca2.
Por su parte, Julen tenía una empresa de accesorios para móviles, paradójicamente hechos de plástico. La concienciación de Amaia sobre la contaminación de los mares fue clave para que ambos empezaran a crear un nuevo proyecto, no solo para limpiar el plástico del océano, sino para reutilizarlo y crear productos que se puedan vender en el mercado. Más tarde, conocieron a Pablo, que puso su experiencia como emprendedor en esta nueva startup social con sello español.
«Es posible crear una empresa grande que genere mucha riqueza y que aporte a los problemas que afectan al mundo»
“Había proyectos bien intencionados pero que no escalan. Cuando conocí a Julen y Amaia, me gustó que desde el principio tenían ese sentido económico y esa idea de darle una segunda vida al plástico», explica Pablo Fernández. En este proceso, la mayor parte del residuo que limpian proviene especialmente de las redes de pesca, que son residuos muy complejos para reciclar.
GRAVITY WAVE DA UNA SEGUNDA VIDA A LOS RESIDUOS
Gravity Wave cuenta en la actualidad con una red de más de 4.000 pescadores tradicionales que cada día salen a faenar y recogen residuos marino y redes de pesca. Mediante un sistema de contenedores y recolecta, se encargan de recuperar y reciclar los residuos, para más tarde transformarlos productos útiles para su venta, con un atractivo margen de rentabilidad.
Hoy en día hacen planchas para mobiliario urbano y cuentan con una serie de productos como maceteros o mesas que ponen a la venta en su marketplace, haciendo de estos procesos «la forma más económica de retirar plástico del mar y la forma más económica de darle una segunda vida». Actualmente cuentan con 85 empresas entre sus clientes y su objetivo a corto plazo es llegar a las 100 empresas involucradas en el proyecto.
«Es posible emprender en España teniendo beneficios en vez de ir de lanzadera en lanzadera y de premio en premio. Generar impacto, beneficios, crecer y escalar, creando una empresa grande que genere mucha riqueza y que aporte a los problemas que afectan al mundo», apunta Pablo.
Recientemente ha recibido una inversión de 240.000 euros a través de una nueva ronda de financiación en la que, además de Pablo, han participado business angels como Juan Casals y Rafael Velázquez, entre otros, y organismos de inversión nacionales como Enisa (Empresa Nacional de Innovación).
«Esta ronda fue para ampliar el equipo y poder aumentar el impacto del proyecto. Al final, del modelo de Gravity, lo bonito es que al crecer económicamente generamos más impacto en la limpieza de los océanos», destaca Julen.
PROPONE REDUCIR LA HUELLA DE PLÁSTICO
Además de la función de limpieza y reutilización de residuos de los océanos, Gravity quiere implementar un nuevo concepto, el de la huella de plástico, para que las empresas puedan aportar su granito de arena en este proceso. De este modo, las empresas pagan una cantidad de dinero por kilo de plástico recogido, externalizando en Gravity Wave la recogida de plásticos del océano.
«Queremos innovar con el concepto de huella de plástico. Igual que la huella de carbono está muy extendida, el concepto de compensar la huella de plástico no existía. Cuando empezamos a hablar con las compañías, la idea tuvo muy buena acogida, especialmente entre empresas químicas o farmacéuticas que usan mucho plástico», comenta el cofundador de Clicars.
«Muchas de las fundaciones o startups sociales parten de la crítica o la denuncia y la idea de Gravity es: ‘pasemos a la acción'»
Después de tres años de actividad, la firma ha podido expandirse por España y otros países del Mediterráneo, el mar con mayor concentración de plásticos del planeta en proporción con su tamaño. «Estamos en casi 100 puertos en el Mediterráneo, tanto en Grecia como Italia y España. También nos hemos expandido por el mar Cantábrico (en Cantabria, Asturias y Galicia) y en el océano Atlántico, en Sanlúcar de Barrameda y Huelva», indica Amaia.
OBJETIVO: ESTAR EN EL 100% DE LOS PUERTOS ESPAÑOLES Y DEL MEDITERRÁNEO EN 2024
«La idea es que Gravity esté en el 100% de los puertos españoles y en el 100% de los puertos del Mediterráneo para 2024«, asegura Amaia. Del mismo modo, uno de sus grandes objetivos para este año es haber revalorizado un millón de kilos de plástico.
En este sentido, los emprendedores buscan que sean menos empresas las que se involucren, pero que lo hagan de manera más prolongada. Es por ello que están preparando el ‘Proyecto 1 Millón’, por el que pretende que cinco grandes empresas se encarguen de recoger un millón de kilos de plástico.
«Lo que no queremos es que las empresas se involucren a corto plazo, sino que impacten en el futuro. Hay mucho greenwashing, por lo que tenemos que hacer el esfuerzo para identificar a aquellas empresas que sí quieren involucrarse con el proyecto y no solo hacerse la foto. Hacer como un sistema de suscripción para ellas», explica la cofundadora de Gravity Wave.
En cuanto a la perspectiva sobre como afrontar los problemas de contaminación provocados por la acción humana que tienen desde la startup social, Pablo Fernández lo define así: «Muchas de las fundaciones o startups sociales parten de la crítica o la denuncia y la idea de Gravity es: pasemos a la acción. Primero haz algo y luego inspira a los demás. Hay que empezar por cambiar pequeñas cosas e ir con la mentalidad de ir paso a paso para inspirar al cambio a los demás.
Nos gusta hablar de la acción y no desde la crítica».