Existen algunas costumbres que, a pesar de ser lo que se dice poco éticas, se repiten con muchísima frecuencia. Por ejemplo, a la hora de mentir en el currículum. Ya se trate de aspirar a un puesto en particular o, simplemente, de un comportamiento habitual, lo cierto es que mucha gente engaña en este sentido. El hecho de engordar o inflar un currículum puede ir desde detallitos sin demasiada importancia, a invenciones realmente intolerables. Y, por lo tanto, las consecuencias a las que uno se arriesga cuando falsea su currículum también pueden cambiar mucho de unos casos a otros.
En según qué situaciones, incluso puede provocar la pena de cárcel, como veremos a lo largo de este artículo.
4La prueba del engaño
Se han dado casos, por supuesto, de empleados que han sido despedidos por haber engañado en su currículum. Se trata de algo perfectamente legal y justificable… siempre y cuando se pueda probar la mentira, eso sí. Cuando se trata de despedir a alguien por falsificar un currículum las pruebas son imprescindibles, como siempre.
También se puede despedir a alguien por haber “ocultado” que no dispone de un título o una experiencia determinada, si la empresa que lo contratara nunca le pidió una prueba de ello en ningún momento.