La transformación energética es un tema que se menciona en todo el planeta como parte del día a día. Si bien ha demostrado ser demasiado lenta, con buena parte de Europa aún dependiendo del gas natural, el petróleo y el diesel, empresas como Uber están haciendo un esfuerzo por presentarse como sostenibles. En el caso de las VTC, y los taxis, es además un punto de clave para su imagen dado que los planes de buena parte de las ciudades en el futuro apuntan por reforzar las zonas peatonales y el transporte público más que los vehículos particulares.
Es un tema que seguramente estaba en la cabeza de los directivos de Uber cuando aprobaron su nuevo trato con Wallbox. Firmado originalmente en 2021 para permitir que los conductores de Uber en Estados Unidos pudiesen recargar sus coches eléctricos de forma gratuita durante el horario de trabajo, el proyecto ahora llega a España y otros seis países europeos: Reino Unido, Alemania, los Países Bajos, Francia, Portugal y Bélgica.
Es un trato que es importante para ambas empresas como lo hizo saber Masud Rabbani, CBO de Wallbox,: «Estamos encantados de ampliar nuestra exitosa asociación con Uber. En Wallbox, queremos que la transición al vehículo eléctrico sea lo más fácil y sencilla posible para los conductores y creemos que nuestros productos ofrecen eso a los conductores de la plataforma Uber en toda Europa. Esperamos que esta asociación siga desarrollándose en los próximos años».
La medida está enmarcada dentro de los planes de la compañía de generar cero emisiones para 2040. La promesa, que han recortado en 10 años de una meta original para 2050, viene además de la mano de recortar a la mitad sus emisiones en España en los próximos 3 años. Son programas ambiciosos, aunque demasiado lentos si se leen los informes sobre cambio climático de la ONU de los últimos meses, o si se comparan con los de la competencia.
Sin embargo, en Uber parecen dispuestos a acelerar este proceso. Es que la empresa sabe que ha tenido un año bastante complicado en cuanto a su imagen con problemas que van desde los famosos ‘Uber Files’ hasta las varias fallas de seguridad que han tenido que enfrentar de hackers en Estados Unidos. Es una serie de dificultades que seguramente han hecho que el año se sienta particularmente largo en las oficinas de las VTC.
EXPANDEN EL PROYECTO DE UBER GREEN
El acuerdo entre la empresa de VTC y Wallbox llega al mismo tiempo que intentan expandir su proyecto ‘Uber Green’ en España. Green, la iniciativa verde de la compañía, se supone que no solo está para hacer más accesible el pago de los coches eléctricos, que los pone al mismo precio que los vehículos tradicionales, sino que espera ayudar a electrificar su flota completa y sumarse a los proyectos que esperan ayudar a electrificar otros medios de transporte.
El proyecto llegó a Madrid a principios de este año, y es un derivado del informe ‘Spark’ realizado por la propia empresa para saber cuáles eran las medidas necesarias para poder convertirse en una compañía sostenible. Es un informe que ha sido criticado desde algunos grupos dedicados a la sostenibilidad que aseguran que ignora la realidad de la marca de carbono que genera cualquier vehículo nuevo.
De todos modos la combinación de Uber Green y el nuevo acuerdo con Wallbox pueden atraer conductores que ya tienen su vehículo eléctrico a la plataforma. De momento esta VTC también ha cerrado acuerdos con empresas como Repsol y el Banco Santander para ayudarles a financiar una transformación que ven como punto clave para su futuro.
UBER ESPERA REMONTAR LA CARRERA
Parte de la necesidad de Uber de adelantar tratos con empresas como Wallbox en España es justamente que su competencia se ha adelantado en los procesos de electrificación. Desde Cabify han puesto una meta considerablemente más ambiciosa en el país: Que toda su flota esté electrificada en 2025. Es un objetivo que no han cambiado, al menos de forma oficial, a pesar de la pandemia.
Por eso la empresa requiere acuerdos como este, y la reacción de Chris Hook, Director de Estrategia Global de Sostenibilidad de Uber lo deja claro: «Queremos ser la plataforma de movilidad líder en sostenibilidad, convirtiéndonos en una plataforma 100% eléctrica en toda Europa para 2030. Las asociaciones con organismos privados y públicos serán clave para este éxito. Los conductores nos transmiten constantemente que la dificultad de acceso a las estaciones de carga es una preocupación importante. Esperamos que la ampliación de nuestra colaboración con Wallbox en Europa contribuya a superar esta barrera y facilite que los conductores puedan llevar a cabo el cambio», aseguró.
Lo cierto es que no es un mal paso, y aunque cada vez más parece ser que la sostenibilidad apunta por usar menos vehículos particulares, y más por facilitar el uso del transporte público y de las opciones de micro movilidad, es de esperar que las VTC hagan lo posible por limpiar sus motores y su imagen.