Karlos Arguiñano es más que una cara de la cocina o los fogones. Es una cara representativa de España dentro y fuera de sus recetas más deliciosas, pero sobre todo es un personaje que ha estado viviendo en nuestras televisiones por un tiempo que supera los 30 años, por lo que todos, en mayor o menor medida, hemos visto cómo nos acompañaba en algún momento.
Tanto para crear una de sus famosas recetas, para darle ese último toque a esa sopa o bien para probar sus platos en su propio restaurante, Karlos Arguiñano ha vivido mucho y ha cambiado todavía más en todos estos años. Pero, ¿Cómo ha sido la evolución y el cambio físico del chef? Lo repasamos desde MERCA2.
4Karlos Arguiñano: un corto periodo en la ETB vasca antes de su estreno en TVE, en 1991, con El menú de cada día
Ya con su negocio en marcha y habiendo ganado popularidad y prestigio como cocinero, Arguiñano pasó un tiempo impartiendo clases de cocina en ciudades como Washington o Nueva York, siendo poco a poco más conocido en el sector. Luego, y a pesar de que ya contaba con una amplia trayectoria en las cocinas, la fama del cocinero comienza a partir del año 1991, cuando da el salto a la televisión de la mano de TVE (antes había pasado un corto periodo en la ETB vasca).
Lo hacía, entonces, presentando un programa llamado El menú de cada día. Gracias a sus buenas dotes en la cocina y a su desparpajo, se metió al público en el bolsillo y obtuvo el premio TP de Oro al Personaje del Año de 1992 y el Premio Ondas a Mejor Programa Nacional de Televisión en 1993. Desde ese momento, ha sido reclamado por las distintas cadenas para presentar programas de cocina, en los que ha popularizado elementos como el perejil o frases como «Rico, rico y con fundamento«.