Karlos Arguiñano es más que una cara de la cocina o los fogones. Es una cara representativa de España dentro y fuera de sus recetas más deliciosas, pero sobre todo es un personaje que ha estado viviendo en nuestras televisiones por un tiempo que supera los 30 años, por lo que todos, en mayor o menor medida, hemos visto cómo nos acompañaba en algún momento.
Tanto para crear una de sus famosas recetas, para darle ese último toque a esa sopa o bien para probar sus platos en su propio restaurante, Karlos Arguiñano ha vivido mucho y ha cambiado todavía más en todos estos años. Pero, ¿Cómo ha sido la evolución y el cambio físico del chef? Lo repasamos desde MERCA2.
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Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más mediáticos de nuestro país. Porque, mucho antes de que existieran formatos televisivos como MasterChef y de que las cadenas públicas y privadas se llenaran de programas, concursos y documentales sobre cocina, Arguiñano abrió el camino.
El chef apostó hace tres décadas por un formato divulgativo, cercano y cargado de humor que se colaba en los hogares españoles y que también llegó a traspasar fronteras. Esto es algo que le ha permitido crecer y hacer crecer su patrimonio mediante libros, restaurantes, programas y, en los últimos años, con la inclusión de parte de su familia en sus mediáticos negocios. Y claro, en todo este tiempo, su aspecto también ha cambiado. Sigue leyendo, lo recordamos.