El oro ha vuelto a experimentar un nuevo hachazo. La Fed, que se ha convertido en la enemiga indirecta del metal precioso en lo que va de año, volvió a tumbar la cotización de la materia prima. Además de ello, con la nueva actualización de la política monetaria de los Estados Unidos, el oro vio como cualquier atisbo de recuperación se cerraba por completo, al menos para este año. Con la última subida de tipos de 75 puntos básicos, la Fed, además de proseguir con su objetivo de reducir la inflación, volvió a inyectar energía al dólar.
El oro y el billete verde tienen una relación cruzada en la que cualquier alza que se produce en cualquiera de los dos activos, el otro responde a la baja. Es decir, si uno sube, el otro baja. Y este año, el dólar viene siendo el activo refugio por excelencia. La moneda estadounidense se ha convertido en la inversión favorita para aquellos que quieren poner a buen recaudo su dinero. Hoy por hoy, el billete verde mantiene un alza superior al 16% con respecto al euro, y la Fed es uno de los factores que más ha influido en la buena demarcación de la divisa americana.
SEIS SUBIDAS DE TIPOS HASTA AHORA
Ante una situación como la actual, en la que la inflación sigue erosionando la economía global, y mermando las expectativas a corto y medio plazo de los países, la Fed ha sacado el mazo de hierro para tratar de minimizar el impacto del que sigue siendo el mayor problema de la mayoría de las naciones. La institución presidida por Powell ha llevado a cabo hasta seis subidas de tipos en 2022, ubicando las tasas de interés de Estados Unidos en un 3,75%. Estas alzas, además de buscar recortar el IPC, se han convertido en gasolina para el dólar.
La subida de tipos del pasado 2 de noviembre fue sorpresiva, no tanto por el incremento de tipos, que el mercado lo descontaba, sino por el mensaje que lanzó Powell. El presidente, lejos de aminorar su discurso como los analistas presumían, dejó claro que mantendrían la misma postura para hacer frente a la desbocada inflación. «Los futuros de los fondos de la Fed para la reunión de marzo de 2023 cotizan actualmente en la zona de 5,10%, un claro testimonio de que los mercados no se han creído ninguna narrativa de pivote dovish«, expresan desde ING.
LAS PERSPECTIVAS DEL ORO SE OSCURECEN
La entidad financiera holandesa cree que «el mensaje de la Fed no se percibe como un indicio de que vayan a llegar días menos agresivos». Powell dejó claro que la intención es cumplir con el objetivo de irradiar la inflación. El efecto de las palabras de la Fed fue inmediato, con un dólar que comenzó a crecer. Así, la divisa americana cerró la semana pasada con un alza de casi el 2% frente al euro.
Al contrario, la reacción del oro fue negativa. La cotización del metal precioso cayó por encima de un 8% desde que la Fed elevó los tipos de interés. El mercado descontaba una subida del 0,75%, pero no se hacía a la idea de que el mensaje de la Reserva Federal fuese tan drástico. Es por ello por lo que las perspectivas del oro se han oscurecido para lo que resta del año.
EL ORO HA CAÍDO MÁS DE UN 17% DESDE QUE TOCÓ MÁXIMOS ANUALES EN ABRIL
Los más de diez meses transcurridos no han sido halagüeños para la materia prima que, pese haber estado cerca de batir los máximos de los últimos cinco años, se ha precipitado hasta su actual precio, 1.650 dólares. La caída anual es cercana al 10%, pero esta resulta ser más abrupta si lo miramos desde el pasado marzo, cuando el oro se acercó a los 2.000 dólares. Desde el pasado 6 de abril, el metal precioso se ha devaluado en un 17%.
LA FED ‘RECORTA’ EL CRECIMIENTO DEL ORO PARA 2023
La fortaleza del dólar ha desplazado al oro como activo refugio. Es cierto que la materia prima mantiene ese estatus puesto que su importancia es mayoritaria y cuenta con varios adeptos. Pese a esto, su precio, la volatilidad, y el temor inversor, son algunos de los factores que han declinado la atención de los inversores hacia otros activos.
Tras las palabras de la Fed, parece claro que la institución seguirá elevando los tipos de la misma forma que lo venía haciendo, algo que fortalecerá al dólar todavía más. «Cada vez se percibe más la posibilidad de que la Reserva Federal sea el último gran banco en titar la toalla y detener su ciclo de endurecimiento. Creemos que esta idea puede proporcionar su apoyo bastante sostenible al dólar en el nuevo año».
Esto inevitablemente caerá sobre el oro, que verá como su cotización sigue cayendo. Aunque la depreciación de la materia prima es evidente, esta es sostenida. El metal precioso sigue teniendo relevancia y un enorme peso en la economía global. Aún esto, de cara a los inversores, el dólar sigue estando por delante, al menos en el presente ejercicio. Aún resta una nueva reunión de tipos antes de que finalice 2022. Todo apunta a que el dólar seguirá creciendo en detrimento del resto de activos, entre ellos, el oro.