Es oír palabras croquetas y se nos esboza una sonrisa de felicidad y placer que ni un niño el día de navidad. Melosas, crujientes y con un sabor único, en eso consiste unas buenas croquetas, no tiene mayor misterio. Eso sí, todo pensamos que hacer una croquetas de matrícula de honor lleva tiempo, bagaje y mucha mano en la cocina. Pues estás muy equivocado y te lo vamos a demostrar con esta receta de Arguiñano para hacer unas croquetas con dos ingredientes que, aunque de primeras pienses que no pegan ni con cola, darán un sabor increíble a nuestra elaboración.
6QUINTO PASO: EMPANAR LAS CROQUETAS

Llegados a este punto, es momento de preparar el empanado de nuestras croquetas, esa corteza exterior crujiente y doradita que actúa como un escudo para la mezcla melosa de las croquetas. Los paso que tenemos que seguir son muy sencillos, cascamos varios huevos, los batimos hasta que no seamos capaces de diferenciar la yema y la clara y en un plano llano echamos una generosa cantidad de pan rallado. Para empanarlas, pasamos las croquetas por el huevo, para después rebozarlas en el pan rallado.