Es oír palabras croquetas y se nos esboza una sonrisa de felicidad y placer que ni un niño el día de navidad. Melosas, crujientes y con un sabor único, en eso consiste unas buenas croquetas, no tiene mayor misterio. Eso sí, todo pensamos que hacer una croquetas de matrícula de honor lleva tiempo, bagaje y mucha mano en la cocina. Pues estás muy equivocado y te lo vamos a demostrar con esta receta de Arguiñano para hacer unas croquetas con dos ingredientes que, aunque de primeras pienses que no pegan ni con cola, darán un sabor increíble a nuestra elaboración.
5CUARTO PASO: DAR FORMA A LAS CROQUETAS DE POLLO Y ESPINACAS

Cuadradas, redondas… hay mil maneras de dar forma a las croquetas, aunque hay que reconocer que la mundialmente conocida es la ovalada, la que ponen en todos los bares de España. Así que, pasadas las tres o cuatro horas de reposo, sacamos la mezcla de la nevera y nos remangamos porque ahora nos toca mancharnos las manos. Pellizcamos la mezcla tratando de coger unos 40 gramos de masa, aproximadamente, y con la ayuda de las palmas de la mano le damos la forma ovalada a las croquetas. No te ofusques si no te sale, no es estrictamente necesario que tengan la forma clásica.