La adjudicación de los terrenos de Nissan llega a su recta final, si una nueva prórroga no lo impide. El fabrican de automóviles Chery entra a última hora, según ha adelantado TV3 y ha podido corroborar este medio, con la intención de hacerse con los terrenos por los que pugna el hub liderado por QEV. Se trata del segundo intento de esta firma para instalarse en Cataluña.
El primero fue en plena crisis, en 2009, y finalmente fue Nissan la que se adjudicó la planta. Ahora, cambian las tornas. El fabricante nipón se marchó el 31 de diciembre del pasado año y la china podría presentar, sin ayudas públicas, los avales suficientes para poder entrar en España y por ende al mercado europeo. Por el momento, es un interés «inicial«, según la propuesta llevada a la mesa de reindustrialización y la oferta se ha presentado sobre la bocina, ya que el plazo expira este lunes.
De hecho, la propuesta es tan atractiva que en la propia mesa de reindustrialización se ha animado a Chery a instalarse en Cataluña incluso si su propuesta no es la ganadora. En este sentido, tanto el Gobierno como la Generalitat verían con muy buenos ojos el plan. Una alfombra roja que no se deslizado para otras compañías del gigante asiático, como Great Wall Motors, dedicada a la reparación de tanques, entre otros servicios.
EL GIGANTE CHINO CHERY BUSCA SU ENTRADA EN CATALUÑA
Los sindicatos de Nissan recelan de la propuesta de Chery. Y es que, su oferta no contiene garantías para los exempleados de Nissan, una condición exigida para el concurso público. Por ahora, los más de 1.600 trabajadores despedidos a finales del pasado año continúan consumiendo la prestación de desempleo, pese a que se les prometió que esta licitación se haría con rapidez, eficiencia y garantías.
Chery tiene potestad para poder asumir el grueso de los despedidos de Nissan
Pese a ser vista con dudas, la realidad es que Chery tiene potestad para poder asumir el grueso de los despedidos de Nissan. Eso sí, exige una modificación de las condiciones. Sería una bala en la recámara en el caso de que la adjudicación fuera un auténtico desastre.
La Generalitat mantuvo una fuerte oposición a Great Wall Motors y a Tess Defence. Las propuestas se realizaron sin consulta previa y antes de que expirasen plazos de las anteriores prórrogas. Ambas empresas tienen intereses militares y no encaja con la ideología de ERC, sin tener en cuenta a los trabajadores. La mesa mantuvo un fuerte debate, especialmente entre las administraciones públicas -Gobierno y Govern-, mientras los sindicatos trataron de calmar los ánimos.
LA GENERALITAT HA DESCARTADO DOS PROYECTOS DE CHINA
Great Wall Motors, por su parte, se cayó del proyecto tras visitar en varias ocasiones los terrenos. De hecho, tenían ya los avales de la ministra de Industria, Reyes Maroto, y del consejero de Empresa, Roger Torrent, para otorgarles 100 millones de euros. Pero el montante era del todo insuficiente, como está ocurriendo con Seat y su electrificación, al obtener tan sólo el 29% de la inversión pedida, por un total de 3.000 millones de euros y apenas se les han concedido 400 millones.
Chery mostró sus credenciales en 2010 y el propio presidente de la Generalitat, entonces José Montilla, analizó el proyecto para levantar una planta de vehículos en plena crisis financiera. El Govern decidió entonces otorgar la oportunidad a Nissan, eso sí con una fuerte rebaja de los alquileres.
Ahora esta compañía tendrá que luchar por el mismo terreno que QEV Technologies, la empresa que lidera el hub de la descarbonización y que ha presentado ya sus credenciales. Eso sí, QEV está tratando de encontrar los avales necesarios para obtener los 107,8 millones de euros en ayudas públicas. Se trata del mismo montante prometido a Great Wall Motors en su día.
QEV Y CILSA, AÚN EN LA PUGNA POR LOS TERRENOS DE NISSAN
Al mismo tiempo, estos dos proyectos se las tendrán que ver también con la alianza entre Mecalux y Merlin Properties. Ambas cotizadas han puesto encima de la mesa una inversión de 350 millones de euros y sin esperar a las ayudas del PERTE, necesarias para el proyecto de QEV.
El proyecto de Merlin, que aún sopesa si presentarse o no dadas las condiciones exigidas y la falta de flexibilidad del Consorci, estaría liderado por Cilsa, una compañía participada por el Port de Barcelona y la propia inmobiliaria. La parte logística, una actividad que reniegan los sindicatos y que el Consorci veía con muy buenos ojos, estaría comandad por Merlin. La parte industrial correría a cargo de Mecalux, con una fábrica de robótica. Asimismo, se estimó la oportunidad de levantar un gran centro de datos, uno de los principales motores del sector inmobiliario para los próximos años.
Todo por unos terrenos que el Consorci de la Zona Franca de Barcelona ha encarecido y por el que obtendrá 12 millones de euros anuales. El ganador obtendrá la licencia para operar durante 50 años. El primer plazo de la adjudicación expiró en agosto y desde entonces se ha prorrogado una vez en septiembre y otra en octubre.