Los nostálgicos del Real Madrid están acabando con la reservas de panuelos en octubre, aunque sea recordando lo que pasó un mes de noviembre de hace 25 años en el campo del Oporto. El año 87 está grabado a fuego en la mente del colectivo merengue por las alegrías y la tristeza meláncolica de lo que mereció el equipo blanco y no fue. Cuando parecía que el Madrid iba como un avión a por la ansiada Copa de Europa, una piedra le hizo descarrillar. Dicho tropiezo no oculta tremendos partidos del lado de los merengues. Uno de ellos fue el que se vivió en el estadio de Das Antas, donde de la mano de un gran suplente como Paco Llorente Gento -sobrino de Paco Gento, que fuera histórico atacante del Real- llevó al Madrid a la victoria. El «Lechuga» Llorente se lució poniéndole a Míchel dos goles en bandeja y dando al Real el pase a los cuartos de final. Los patrocinadores de ambos conjuntos lucieron espectaculares. Revigres, en el Oporto, y Parmalat, en el Real Madrid.
PARTIDOS A CARA DE PERRO
Esa campaña, la 87-88 está llena de buenos partidos europeos, de encuentro a cara de perro. El Madrid sufrió de lo lindo en los dos partidos de octavos de final ante el Oporto. Cuando se enfrentó al Oporto el equipo de Leo Beenhakker todavía mantenía la vitola de invicto desde el comienzo de campaña. Había eliminado al Nápoles de Maradona y venía de ganar 3-1 al Sevilla en el Bernabéu y 0-2 al Español en Sarriá. De hecho, los blancos acumulaban siete triunfos en siete jornadas de Liga y, con 14 puntos, eran líderes con unos números asombrosos: 28 goles a favor y sólo 2 en contra. El Madrid aventajaba en 3 puntos al Atlético, que era segundo, y en 10 al Barcelona, que había perdido ya 5 partidos. Mientras el Oporto, sin Futre, pero con Joao Pinto, ganó esa temporada la Liga, la Copa, la Copa Intercontinental y la Supercopa de Europa.
EL MADRID VENCIÓ 2-1 EN EL CHOQUE DEL DESTIERRO EN VALENCIA
En la ida, en el destierro de Valencia, donde el Madrid jugó como parte de la sanción por el pisotón de Juanito a Matthaus la temporada anterior en la semifinal de la Orejona, los blancos vencieron 2-1 al cuadro portugués. Hugo Sánchez y Sanchis habían anotado sendos goles en la parte del final del choque y remontaron el tanto inicial de Madjer, el delantero argelino, el del gol de tacón en la final con el Bayern la campaña 86-87.
LA REMONTADA
Un planteamiento más conservador de lo habitual del entrenador del Real Madrid, sin Gallego, lesionado, hizo pensar que el Madrid aguantaría el chaparrón, pero al descanso se fue eliminado, ya que en el minuto 23 Sousa anotó un golazo de falta. El 10 de los lusos marcó un gran tanto. La puso inalcanzable para Buyo, que se estiró al máximo sin que pudiera hacer nada para evitar que la pelota se alojara en el arco que defendía el guardameta gallego.
La clave estuvo en el segundo tiempo, un periodo en el que el Madrid pareció otro equipo. El técnico Leo Benhhakker hizo cambios rápido. Uno de ellos fue decisivo. Paco Llorente, extremo habilidoso, una flecha, con dribling y un fenomeno haciendo la bicicleta, entró a la cancha por Solana tras el descanso y no tardó en hacer de las suyas. En el min 55, en el lado izquierdo del ataque merengue, un desborde suyo con pase atrás para Míchel, lo alojó el interior blanco al fondo de las mallas. El 8 blanco le paso la pelota con el exterior, al estilo Modric, a Llorente, que con el 16 a la espalda, hizo una bicicleta y la puso con la izquierda para el interior blanco, que con la pierna izquierda, que manejaba tan bien como la derecha, que disparó a la altura del punto de penalti y reventó la red del Oporto.
DOS TANTOS EN LA SEGUNDA PARTE OBRARON LA HAZAÑA DE LOS BLANCOS
La vuelta fue el 4 de noviembre. El Madrid salió de inicio con Buyo; Chendo, Tendillo, Sanchis, Solana, Gordillo; Jankovic, Martín Vázquez, Míchel; Butragueño y Hugo Sánchez.
En el min 71, Llorente repitió por la izquierda, de modo muy habilidoso dejó con el molde a tres defensores locales y la puso con la derecha para que Míchel, esta vez con la derecha, dentro de área, la alojara en el arco rival. Míchel, aunque ya estaba más que consagrado, dejó su selló europeo y una ristra de equipos del Viejo Continente dispuestos a reventar la chequera para contratar al que sus compañeros conocían como ‘ el asistencias’, mote basado en la cantidad de pase de gol que daba el 8 blanco.
El fuego de los dragones de oporto lo apago la leche merengue. La siguiente cita tuvo sabor a revancha. Otra vez el Bayern de Munich, otra vez Alemania; otra vez a sufrir y perder, pero con la esperanza de los eternos partidos de vuelta europeos en el Estadio Santigo Bernabéu.
HISTORIA DE REVIGRÉS
Revigrés es una productora portuguesa de cerámica fundada en 1977 por Adolfo Roque (1934–2008), quien presidió la empresa hasta 2007. [1] Los productos de la empresa, principalmente baldosas cerámicas para revestimiento de suelos y paredes, son conocidos en todo el mundo. Revigrés patrocinó durante muchos años al FC Porto. La firma cuenta con más de 350 trabajadores y la facturación de 2009 fue de casi 60M€.
Comenzando el proyecto en 1993, el arquitecto portugués Álvaro Siza Vieira diseñó y construyó una sala de exposición y ventas en el sitio de la fábrica Revigrés cerca de Águeda. [2] El Edificio Comercial Revigrés (que incluye sala de exposiciones, auditorio y oficinas) fue inaugurado en 1997 para conmemorar el 20 aniversario de Revigrés.
REVIGRÉS HA DESARROLLADO, EN EXCLUSIVA, COLORES DE LA COLECCIÓN CROMÁTICA DE LA SAGRADA FAMILIA
Presente en más de 50 países, Revigrés mantiene una relación de estrecha asociación y colaboración con los profesionales del mercado portugués e internacional, y, a menudo, resulta seleccionada para participar en obras de gran impacto para la realización de proyectos especiales, personalizados y exclusivos. Destaca «la obra de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, para la cual Revigrés ha desarrollado, en exclusiva, colores de la colección Cromática, una de las colecciones de gres porcelánico más completas del mundo»
Revigrés, la Pamesa portuguesa. ha desarrollado, en exclusiva, colores de la colección Cromática de la Sagrada Familia.
PRIMER GRUPO LÁCTEO
Por su parte, Parmalat pertenece al grupo Lactalis, que se quedó Parmalat en 2011 por 2.400 millones. Lactalis cerró con una cifra de negocio de 22.000 millones de euros, lo que representa un incremento del 4,2% respecto al año anterior (21.100 millones de euros). Por categorías, los quesos representan el 35% del valor de las ventas; a continuación, se encuentran leche (25%), yogures y postres lácteos (14%), mantequilla y nata (13%), ingredientes y nutrición (7%) y otros (6%).
Lactalis es el primer grupo lácteo del mundo, líder mundial en quesos y mantequillas-natas y líder europeo en leches de consumo. Durante el pasado año, recogió 21.700 millones de litros de leche, lo que se traduce en un incremento del 7,4% frente a la cifra de 2020 (20.200 millones). Asimismo, emplea a 85.500 personas y cuenta con 269 fábricas en 51 países.