Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido de 7.316 millones de euros en los nueve primeros meses de 2022, lo que supone un 25% más en euros corrientes con respecto al mismo periodo del año anterior, según ha informado este miércoles la entidad.
Sin contar el cargo extraordinario de 530 millones de euros en el mismo periodo de 2021, el beneficio ordinario creció un 15% en euros corrientes.
En el tercer trimestre estanco, el beneficio atribuido fue de 2.422 millones de euros, un 2% más (+11% en euros corrientes), tras incorporar un cargo neto de 181 millones de euros por la nueva normativa de moratorias en Polonia.
Asimismo, el beneficio antes de impuestos alcanzó los 11.761 millones de euros, un 6% menos (+3% en euros corrientes), mientras que los impuestos sobre beneficios fueron de 3.538 millones de euros, lo que sitúa la tasa fiscal efectiva en el 30%.
La presidenta de Banco Santander, Patricia Botín, ha destacado que la entidad ha conseguido unos «buenos» resultados, con un aumento de los ingresos y una rentabilidad por encima del objetivo (RoTE del 13,6%), apoyados en un balance «sólido».
«Seguimos centrados en acompañar a nuestros clientes y en transformar el negocio aumentando la conectividad del grupo y manteniendo una asignación eficiente del capital. Esto nos permitirá continuar mejorando la rentabilidad y el retorno a los accionistas«, ha afirmado.
El entorno macroeconómico continuará siendo complicado, con Europa y Norteamérica adaptándose a niveles de inflación no vistos en décadas, pero nuestros equipos tienen gran experiencia gestionando con éxito situaciones de este tipo y tenemos confianza en que el aumento de los ingresos compensará el incremento de los costes y del riesgo», ha destacado.
«Estamos convencidos de que nuestra trayectoria de constante mejora de la rentabilidad, con un crecimiento del 31% interanual en el beneficio por acción, nos permitirá seguir aumentando el TNAV más dividendo en efectivo por acción y creando valor para los accionistas», ha añadido.
Santander ha subrayado que va camino de alcanzar sus objetivos para el año de ingresos (crecimiento de en torno al 5%), rentabilidad (RoTE por encima del 13%) y capital (12%), mientras que espera mejorar la ratio de eficiencia de 2021 y cerrar el año cerca de su objetivo (45%) pese a las presiones inflacionarias.
El consejo de administración mantiene además su compromiso de generar retornos para los accionistas, entre los que hay casi cuatro millones de accionistas minoritarios en España, Reino Unido y otros países, y su política de dividendo para 2022, según la cual tiene la intención de repartir aproximadamente el 40% del beneficio ordinario, distribuido aproximadamente a partes iguales entre dividendos en efectivo y recompras de acciones.
El banco ha destacado que la diversificación del grupo continúa siendo una «gran palanca de crecimiento».
Así, el beneficio ordinario del periodo creció un 32% en Europa, hasta los 2.837 millones de euros, y un 6% en Sudamérica, hasta los 2.884 millones, mientras que se redujo un 9% en Norteamérica (+2% en euros corrientes), hasta los 2.271 millones, debido a la esperada normalización de las dotaciones por insolvencias. El beneficio ordinario de Digital Consumer Bank aumentó un 11%, hasta los 908 millones de euros.
La fuerte actividad, así como el aumento de los tipos de interés en Reino Unido, la eurozona, Polonia y otros lugares favorecieron un aumento del 8% en el margen de intereses (+15% en euros corrientes debido a la revalorización de la mayoría de las divisas), con un crecimiento especialmente alto en Reino Unido (+12%), Polonia (+104%), México (+12%) y Argentina (+142%).
Los ingresos por comisiones aumentaron el 7% (un 14% en euros corrientes), gracias, según la entidad, a los mayores volúmenes y la mejora de la actividad.
Como consecuencia, los ingresos totales crecieron un 5% (+12% en euros corrientes), hasta los 38.629 millones de euros, con el margen de intereses y los ingresos por comisiones proporcionando el 97% de los ingresos del grupo, lo que refleja, según la entidad, «la calidad de los resultados».
En concreto, el margen de intereses creció un 15,4%, hasta 28.460 millones de euros, mientras que el margen bruto aumentó un 11,5%, hasta 38.594 millones de euros.
El banco ha señalado que el fuerte repunte de la inflación provocó un aumento general de los costes (+6%), si bien, en términos reales, es decir, descontada la inflación, cayeron un 5% gracias a la mejora de la productividad y la conectividad entre los distintos mercados.
Así, la ratio de eficiencia del grupo cerró en el 45,5% en los nueve primeros meses del año (mejora 0,1 puntos porcentuales frente al mismo periodo de 2021), lo que sitúa a Santander «entre las entidades más eficientes de sus comparables».
Estos resultados han permitido, según el banco, mejorar las métricas de rentabilidad, con un retorno sobre el capital tangible (RoTE) del 13,6%, muy por encima del coste de capital, y un beneficio por acción (BPA) de 0,409 euros, un 31% más. Para el conjunto de 2022, el objetivo es obtener un RoTE ordinario por encima del 13%.
El valor contable tangible (TNAV) por acción en septiembre de 2022 se situó en 4,31 euros.
El TNAV por acción más el dividendo en efectivo por acción pagado en mayo de 2022 y el anunciado para noviembre de 2022 creció un 11% en los últimos doce meses.
La entidad ha destacado que el balance del grupo se mantuvo «sólido», con una ratio de morosidad del 3,08%, 10 puntos básicos menos frente al año anterior gracias al buen comportamiento de Europa y Digital Consumer Bank, con una ratio de cobertura del 70%.
El coste del riesgo ha aumentado tres puntos básicos en el trimestre, hasta el 0,86%, por el incremento de las dotaciones, que incluyen cargos por incertidumbres macroeconómicas.
Santander mantuvo además una «fuerte» generación orgánica de capital en el trimestre y la ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ se situó en el 12,10%. De cara al futuro, el grupo prevé mantener esta ratio en el 12%.
El banco continuó además con una «fuerte» actividad comercial en el trimestre a pesar de la incertidumbre en los mercados.
Los recursos de clientes alcanzaron su cifra más alta (1,13 billones de euros, un 4% más) gracias al crecimiento de los depósitos (+6%), mientras que los créditos aumentaron un 7%, hasta los 1,04 billones, con las hipotecas y el crédito al consumo creciendo un 7% y el crédito a empresas, un 6%.
En España, el beneficio ordinario ascendió a 1.104 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un incremento del 99%, motivado por una reducción de las dotaciones por insolvencias (-27%) y de los costes (-2%).
Además, la mejora del perfil de riesgo del banco ha permitido mantener una ratio de mora estable (3,69%, tras caer 118 puntos básicos respecto al mismo periodo de 2021), con lo que el coste de riesgo se situó en el 0,71%.
Los ingresos crecieron un 3%, gracias a las mayores comisiones (+6%), tanto en banca minorista como en Santander CIB.