Por un año no es un aniversario redondo, pero el acontecimiento fue tan grande y los clubes tan gloriosos que ejercicio tras ejercicio, los nostálgicos de un fútbol, un calcio, que ya no volverá, celebran saboreando cada momento. El magnánimo evento fue la eliminatoria de octavos de final Copa de Europa entre el Real Madrid y el Juventus de Turín en 1986, una eliminatoria de esas que reunía a propios y extraños en torno al televisor, con “Europa en Juego” en Televisión Española (TVE). El Madrid pasó de ronda gracias a que Paco Buyo cocinó en su salsa a la Vecchia Signora en la ronda de penaltis que decidió el pase a cuartos. Ariston era el patrocinador del cuadro italiano, mientras que Parmalat lucía entonces en la zamarra del Madrid.
EL GAFE AMARILLO
Si le preguntasen al mítico entrenador, ya fallecido, Luis Aragonés, diría que el Juventus perdió la eliminatoria antes de salir a jugar. ¿Por qué? Por el color de su equipación: amarilla y no la habitual blanquinegra (bianconero en italiano). El amarillo al que muchos asocian al gafe fue el color que puso el cuadro italiano a un partido gris, el de la ida de los octavos de La Orejona.
Fue un partido que se disputó el 22 de octubre de 1986 en el Santiago Bernabéu. Ambiente de gala, el de las grandes noches europeas en las que la cancha, el público y los jugadores eran uno solo ante el rival, al que habitualmente le flojeaban las piernas. Sucede que a los equipos italianos de los 80 perder 1-0 en Europa y tener el partido de vuelta en casa les resultaba hasta bueno, lo cual tenía poco que ver con la exigencia de la afición y la prensa a Real Madrid y Barcelona.
El Madrid tuvo la campaña 86-87 una novedad en el arco: Paco Buyo, un gran portero que venía del Sevilla
El Madrid tuvo la campaña 86-87 una novedad en el arco: Paco Buyo, un gran portero que venía del Sevilla. Buyo era muy conocido, ya que estuvo bajo los palos en el 12-1 de España a Malta, el histórico encuentro en el que la selección consiguió en Sevilla, en el estadio del Betis, el Benito Villamarín, la clasificación para la Eurocopa de Francia 1984.
Buyo fue un gran arquero esa temporada y todas las que estuvo en el Madrid. Tuvo temporadas mágicas, como la primera de Valdano como entrenador merengue (1994-1995). Buyo hacía la parada importante, la primera, la que salvaba el primer gol rival y a continuación Zamorano abría la lata para los blancos.
Su mayor borrón, la jugada del tercer gol del Tenerife en la campaña 1991-1992, una acción que le acompañara siempre, aunque esa temporada el cuadro merengue no perdió el título en Tenerife sino mucho antes, en concreto cuando el presidente Ramón Mendoza destituyó a Radomir Antic por Leo Beenhakker, que fue precisamente el técnico del Madrid en la 86-87, la campaña del cruce con el Juventus.
DE LA QUINTA DEL BUITRE A LAUDRUP
El entrenador holandés del Real Madrid alineó con Buyo; Chendo, Camacho, Salguero, Sanchís, Gallego, Gordillo, Míchel, Hugo Sánchez, Butragueño y Valdano. Por su parte, el italiano mandó al campo a Tacconi; Soldá, Brio, Favero, Manfredonia, Bonini, Mauro, Platini, Cabrini, Laudrup y Briaschi.
Buyo fue el salvador del Madrid, que en la ida solo pudo ganar 1-0 a los italianos. Cosas de la vida un lateral derecho que tenía la izquierda para apoyar y no caerse, Chendo, fue quien desde la zona izquierda del área sirvió un balón que Emilio Butragüeño convirtió en gol.
Con una decisión favorable al de casa made in Uefa, el árbitro se sacó de la manga un empujón para anular un gol italiano anotado a la salida de un saque de esquina. Ese día, Michael Laudrup pasó sin pena ni gloria por el Bernabéu.
Con un gol de ventaja para el Madrid, llegó la vuelta de la eliminatoria en el estadio Comunale de Turín
Con un gol de ventaja para el Madrid, llegó la vuelta de la eliminatoria. El 5 de noviembre se jugó el partido de vuelta en el estadio Comunale frente a casi 62.000 personas.
Cabrini adelantó a los transalpinos, igualando la eliminatoria en el minuto 9. El Madrid tuvo que sufrir. Se le hizo largó el partido. Muy largos los 81 minutos restantes y los penaltis.
Sufrieron los merengues porque su máximo especialista desde los 11 metros, Hugo Sánchez, falló el que era el primer lanzamiento de la tanda, pero Buyo se puso la capa de superhéroe para rescatar al príncipe en apuros. El portero gallegó, que paró dos penaltis y Favero, que mandó el balón a la luna de Turín, dieron al Real Madrid el pase a los cuartos de final.
EL PATROCINIO EFICIENTE
Ariston, fue quien patrocinó al Juventus de Turín cuando se midió al Madrid en la campaña 86.87,
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Al Madrid le patrocinaba Parmalat y Ariston lucía en la zamarra del Juventus
Al Madrid le patrocinaba Parmalat, que fue fundada el 15 de abril de 1961 en Colecchio, una población de Parma al norte de Italia, de donde recibe su nombre, que significa «Leche de Parma».
El mayor hito para Parmalat, se dio en el 2011, cuando se renovaron gracias a la compra del 83% de acciones por parte del Grupo Lactalis de origen francés. Con esta adquisición, el Grupo Lactalis se convierte en la empresa número uno de lácteos a nivel mundial, con operaciones en 150 países y más de 61.000 colaboradores.
