España se enfrenta a las peores condiciones financieras desde 2012, cuando la economía fue rescatada y el euro se tambaleaba. Así lo ha asegurado Goldman Sachs, el mayor banco de inversión del mundo, en un reciente análisis sobre España al que ha tenido acceso MERCA2. En sus previsiones sobre España de cara al próximo año, Goldman Sachs destaca que España entrará o jugará con la recesión, con un exiguo crecimiento de tan sólo el 0,6%, la menor estimación de crecimiento dada hasta ahora.
El déficit de España se situará en 2023 en el 3,9%, el cuádruple respecto a los Presupuestos Generales del Estado enviados a Bruselas
Para la entidad financiera, que ha presentado una caída del beneficio del 45% a cierre del tercer trimestre del año, España «permanece en una posición relativamente mejor» al resto de Europa. A su juicio, la economía tiene una menor exposición a la crisis energética, con potencial de crecimiento en la manufactura y en los servicios, siempre y cuando llegue la ayuda europea para el sector del automóvil. En este sentido, ve una perspectiva de crecimiento prometedora para el medio plazo.
LA CONSTRUCCIÓN, UN LASTRE PARA LA RECUPERACIÓN
No obstante, el sector de la construcción continúa rezagado en la recuperación debido al incremento de las materias primas y materiales, como el acero corrugado. En este sentido, ve como los precios para el sector del ladrillo se han disparado un 130%, mientras los precios energéticos lo han hecho en un 160%.
Por otro lado, Goldman Sachs ha detectado «un endurecimiento de las condiciones financieras que España no vistos desde 2012». No obstante, no ve apenas similitudes respecto a la crisis de 2008 debido a la menor concesión de hipotecas a tipos variables y la fuerte correlación entre los niveles de empleo y los precios inmobiliarios. Estos factores hacen que el país sea «menos vulnerable» respecto a hace una década. A su juicio, la economía crecerá más una vez que los precios se relajen.
GOLDMAN SACHS NO CREE EN LOS PRESUPUESTOS DE PEDRO SÁNCHEZ
No obstante, la deuda española preocupa y mucho a la entidad financiera. El Gobierno de Pedro Sánchez ha batido por tercer mes consecutivo el nivel de deuda y el montante total. En concreto, los españoles deben ya 1,491 billones de euros frente a un PIB de apenas un billón.
«Esperamos que el aumento de los tipos del Banco Central Europeo afecte de forma más severa al pago de los intereses», ha sostenido. Al respecto, ha indicado que el escenario macroeconómico es demasiado optimista respecto a sus cálculos. Así las cosas, ha explicado que el déficit se situará en 2023 en el 3,9%, el cuádruple respecto a los Presupuestos Generales del Estado enviados a Bruselas; mientras que el nivel de endeudamiento aumentará en 2023 y no logrará situarse por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Todo ello, mientras Europa desacelera el ritmo de crecimiento. Aún así, la entidad financiera insiste en que España está preparada para un «rebote» más rápido tan pronto se desvanezca la crisis energética. No obstante, el banco evita mojarse y no apunta cuándo ocurrirá.
Aún así, al banco no se le escapa la decepcionante recuperación de la economía española tras el impacto de la pandemia. En términos reales, el crecimiento es inferior a las expectativos, con un menor ritmo respecto a Italia. Así, ve debilidad en la industria del automóvil, cuyo futuro depende en gran medida de los 13.000 millones de los PERTE. En este sentido, ha destacado que el suspenso de la «última reforma del sistema de contratación marco ha puesto en tela de juicio la capacidad del país para asegurar una rápida implementación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia».
ESPAÑA PAGARÁ EN INTERESES DE DEUDA 40.000 M€ EN 2027
Inicialmente estaba previsto que el impacto de estas ayudas se registrara este 2022, pero es probable que el gasto de capital aumente con el tiempo. En este sentido, cree que el Sur de Europ ha anticipado «reformas estructurales». Todo ello, para recibir los 70.000 millones de euros de los fondos europeos.
Para el banco estadounidense, el Gobierno ha presentado «pocas innovaciones», como la subida de impuestos a los ricos y las reducciones en el IRPF, aunque éstas exigirán después un mayor pago a los contribuyentes en 2024; el incremento de las pensiones del 8,5%, que aún debe aprobarse; y el gasto social. Con todo, ve riesgos a la baja en el crecimiento.
En los escenarios de estrés de la entidad dan una muestra de la situación a la que se enfrentaría España. Así, los Presupuestos contemplan un escenario benigno, sin recesión y con un optimismo sin precedentes. El endeudamiento, según Goldman Sachs, se situará entre el 110% y el 115% en una situación de crecimiento y recesión severa, respectivamente.
Es decir, por encima del nivel registrado en las cuentas públicas. El estudio muestra el impacto de la subida de impuestos y de los precios, junto con los intereses de la deuda española. A su juicio, España pagará en intereses el 4% del PIB, unos 40.000 millones de euros, en 2027, más de lo registrado en 2012. Esta cifra supone un tercio del pago anual de las pensiones.