La llegada de Iryo y Ouigo han hecho que Renfe aumente su interés en crecer fuera del país. Pero ahora Alsa ha conseguido firmar un acuerdo por mil millones de euros para que la empresa se encargue de proporcionar los autobuses para dos de los lotes más grandes de rutas interurbanas en Arabia Saudita. Es una señal de que el país de Oriente Próximo ve con buenos ojos las empresas de transporte españolas, pues ya había dejado una de sus principales rutas de trenes a manos de la estatal ferroviaria.
El proyecto Haramain es una de las principales rutas ferroviarias con las que el país de medio oriente contará en los próximos años. Además, es una señal de que incluso un país tan eminentemente petrolero como puede ser Arabia Saudita está buscando otras opciones de transporte. En el caso del proyecto de la empresa de autobuses, su proyecto, que comparten con Moventia, espera cubrir unas 27 líneas interurbanas y transportar 1.5 millones de viajeros.
En ambos casos son proyectos que sirven para que las empresas españolas de media distancia entren con buen pie a Oriente Próximo, un mercado que hasta ahora no ha sido necesariamente una prioridad, y que además puede servir para aterrizar aún más lejos.
LA INMENSIDAD DEL PROYECTO HARAMAIN DE RENFE
El caso de Renfe es particularmente emblemático. La empresa estatal ha visto desde temprano que la liberalización era también una excusa para crecer fuera del territorio español. En el caso de su proyecto árabe, se trata de lo que será una de la primera línea de alta velocidad en el territorio, lo que celebran desde la estatal española. «Con la exitosa experiencia del Haramain, donde se ha partido de cero para crear el primer ferrocarril de alta velocidad de la región, la posición de la empresa debería ser inmejorable de cara a acceder a otros proyectos en los diferentes países de la región», aseguran.
Se trata de una línea de 452,9 kilómetros de distancia en ambas direcciones. Además, será justamente la línea que conectará la Meca con algunas de las ciudades más importantes del país. La ruta, que estará alimentada con una flota de 35 trenes fabricados por Talgo, espera tener una frecuencia de 10 trenes por sentido, aunque cambiará durante el mes del Ramadán. Es un proyecto bastante grande, en particular por ser clave para una zona tan religiosamente importante como La Meca.
Pero además, la empresa se ha comprometido a usar este proyecto para abrir la puerta al trabajo de mujeres en el país árabe. Según la estatal, el proyecto cuenta con 30 mujeres maquinistas y un tercio de sus empleados allí serán mujeres. Más allá de que la medida los ayude a evitar algunas controversias, es una buena noticia que se abran más puestas para las mujeres en el mundo árabe.
Desde la empresa le han expresado a MERCA2 que «la contratación de mujeres en todas las escalas y departamentos de la empresa, incluida la actividad de conducción de trenes de alta velocidad, no es más que un paso adicional en la obligada normalización de la situación de la mujer. Es evidente que esta normalización ayuda, asimismo, a superar las eventuales barreras que cualquier profesional pueda mantener a la hora de plantearse un desplazamiento profesional al país».
LA LLEGADA DE ALSA
El grupo de los autobuses también está haciendo lo posible para apuntar al exterior. Si bien no han dejado de crecer en los últimos meses con la llegada de nuevos competidores al mundo ferroviario, han buscado formas de crecer apuntando hacia Europa y este proyecto les abre una nueva puerta importante.
Se trata de una flota de 130 autobuses y unas 360 personas en la plantilla. La inversión les permitiría sumar unos ingresos de 520 millones de euros en los primeros 10 años en los que contaran con la comisión. No parece una mala inversión, y más si mantienen los buenos números internos a medida que se afiance la liberalización de las rutas ferroviarias.
ARABIA SAUDITA 2030
La apertura a los dos proyectos españoles es parte del plan Arabia Saudita 2030, un proyecto por parte del Gobierno del país árabe para modernizar su sociedad durante esta década. Además de las nuevas inversiones en transporte y energías limpias, también los ha visto invertir en empresas de videojuegos, deporte, cine y uno de los festivales de música electrónica más grandes del mundo.
Es un proyecto que esperan sirva para impulsar una apertura del país al mundo occidental, un deseo que también los ha llevado a abrirse ligeramente a los derechos de las mujeres y a intentar limpiar su imagen en cuanto a violaciones de los derechos humanos. No significa que todos los problemas del país estén resueltos, pero son señales llamativas de uno de los países con un gobierno musulmán más cerrados del planeta.