Muchas veces tiramos de productos ya cocinados, sobre todo en los casos en que son complemento también para otros guisos o recetas, sobre todo en el caso de salsas y caldos. Pero con la subida de precios, además de comer lo más natural posible, hace que sea el momento perfecto para hacer todo casero, ahorrando dinero y de paso ganando en calidad y sabor. Es el caso de el quizá caldo más famoso y utilizado: el caldo de pollo. Vamos a contarte cómo hacerlo de la manera más sencilla, casera y deliciosa, para que además, ahora que llega la temporada de resfriados y gripe, tener un aliado que es mano de santo.
2CONSIDERACIONES INICIALES
Antes, unas consideraciones para que quede un caldo perfecto: lo primero es tostar los hueso antes de hervirlos y lo segundo, dónde: o bien en la sartén o bien tostarlos en la bandeja del horno. De esta manera evitamos tanta grasa. Otro truco es añadir unas alitas de pollo, que apenas tienen carne y son muy baratas pero que aportan muchísimo sabor y colágeno, que dará ‘cuerpo’ a nuestro caldo.