Las legumbres son una buena fuente de proteínas y se destacan por su alto contenido en nutrientes y bajo aporte calórico. Son también ingredientes versátiles con los que podemos preparar infinidad de preparaciones, tales como guisos y potajes, al igual que otras recetas más veraniegas, como ensaladas, cremas frías o patés. Pero lo cierto es que su consumo provoca gases y comerlas puede convertirse en una experiencia desagradable. Lo bueno es que existen algunos trucos para evitar este inconveniente y poder digerirlas mejor. Te mostramos cuáles son:
2Por qué cuesta digerir las legumbres
El motivo principal de que las legumbres acumulen gases es que tienen oligosacáridos que son azúcares dobles, resultante de la unión de 2 a 9 moléculas de monosacáridos. Estas moléculas tienen almidón y nuestro organismo tiene unas reservas limitadas de enzimas capaces de descomponer estos oligosacáridos.
Al no poder ser descompuesto, acaba en el intestino grueso, en el colon, y es allí donde la flora intestinal se encarga de hacer su trabajo y descomponerlo en monosacáridos por medio de la fermentación bacteriana. En esta fermentación se produce anhídrido carbónico, hidrógeno, metano y otros gases que son expulsados de nuestro cuerpo en forma de flatulencia.