Ya han pasado diez años desde que se celebraran los juegos olímpicos de Londres 2012 y desde que Madrid fue eliminada de las rondas de selección de la sede finalista. De aquel sueño tan solo queda lo que hoy es conocido como el Metropolitano, lo que se conoció como La Peineta y lo que podría haber sido el estadio olímpico si la capital hubiera albergado las olimpiadas.
Muchas vueltas dio el Ayuntamiento de Madrid para decidir el uso final del estadio y de todas y cada una de las instalaciones previstas para los juegos olímpicos. Lo primero lo tuvo fácil. En 2006 ofreció su titularidad al Club Atlético de Madrid. Los colchoneros, por entonces aún en el Vicente Calderón, tardarían varios años en tomar la decisión, pero, finalmente, aceptaron y se trasladaron a la Peineta en el año 2017, en futuro el estadio Cívitas Metropolitano (por cuestiones de patrocinio).
Sin embargo, por otro lado, aún no se ha materializado la segunda parte más importante de aquel proyecto de Madrid 2012. El plan incluía la edificación de la Villa Olímpica alrededor del estadio Metropolitano, una infraestructura prevista para albergar a más 17.500 deportistas y que, posteriormente, se destinaría para suelo urbanizable residencial. Un suelo de unos seis millones de metros cuadrados en el barrio de San Blas, colindante con la localidad madrileña de Coslada y junto a la M-40. Una ubicación realmente estratégica con múltiples posibilidades y con el componente extra para que la Nueva Centralidad del este pueda convertirse en la columna vertebral de noreste de Madrid.
LA NUEVA CENTRALIDAD DEL ESTE
Podría parecer que la edificación de la Centralidad del este signifique tan solo un nuevo barrio más de todos los que se están levantando en la zona. No muy lejos del Metropolitano, y bordeando la M-40 ya se ha construido el barrio de El Cañaveral y, a unos metros más, acaban de empezar las obras para Los Cerros.
Sin embargo, el proyecto residencial de la Centralidad de Este lleva más de 20 años encima de la mesa del Ayuntamiento de Madrid, aunque hasta ahora parecía estar escondido en el fondo de un cajón. Sin plan de sectorización aún aprobado la duda recae en las previsiones residenciales del mismo. Aunque el Ayuntamiento y la Comisión Gestora descartan el proyecto de un barrio ‘más’ y atinan sus esfuerzos en encontrar la solución más innovadora.
Hasta ahora la que más fuerza lleva es la que reconoce que la Nueva Centralidad del este se va a convertir en el primer ‘barrio de los 15 minutos’ emulando el concepto urbanístico de ‘ciudad de un cuarto de hora’. La inversión está aún por descifrar, pero ya han sido varios grupos de proveedores e inversores los que la han añadido a su lista de favoritos, a sabiendas que el terreno puede acoger hasta 20.000 nuevas viviendas.
Una de las razones ha sido la visión anticipada ante la posible extensión logística sostenible que ya está tomando auge en los barrios de San Blas y alrededores. Es posible que el territorio de la Nueva Centralidad del Este pueda acoger también centros de datos referidos a la Big Data, en respuesta al reciente interés de grandes corporaciones como Amazon, Google y Microsoft en invertir en grandes activos de data centers.
BARRIO DE LOS 15’’
Las ‘ciudades de un cuarto de hora’ comienzan a ser grandes iniciativas urbanísticas sostenibles, aunque, de momento, se estudia su éxito. La entidad gestora del proyecto entorno al estadio Metropolitano ha fijado su mirada en los casos de Miami Innovation Distric, The Urban Teh Republic, en Berlin, y Praille Acacias Vernt, en Ginebra, con la intención de gestionar la viabilidad de la Nueva Centralidad del este como ‘barrio de los 15 min’.
La idea final es dotar de todas las infraestructuras necesarias, atraer comercio e industria y ofrecer tiempos de no más de 15 minutos andando a cualquiera lado. Es decir, un núcleo urbano en donde, como máximo, en cuarto de hora sea accesible cualquier necesidad: hospitales, ocio, colegios, supermercados, tiendas… El proyecto se desarrollaría siguiendo una hoja de ruta específica ligada a la sostenibilidad y al avance de las nuevas tecnologías, impulsando las inversiones en biomedicina, energías limpias, seguridad e inteligencia artificial entre otras.
Las previsiones son que la Nueva Centralidad de este se divida en tres subbarrios, norte, centro y sur, cada uno de ellos independiente de los demás y enmarcados por el Bosque Metropolitano. Este último es una pieza más del proyecto urbanístico de San Blas. El Bosque Metropolitano busca convertirse en un anillo verde de 75 km que bordeará la ciudad de Madrid por su término municipal.
Desde hace algunos años el estadio Metropolitano ya está ubicado en el mapa y gracias a él la Nueva Centralidad del este podría convertirse en la primera ‘ciudad de los 15 minutos’.