Con la nueva ley de equidad, universalidad y cohesión, haciendo que la sanidad privada pase a depender aún más de las aseguradoras, al eliminar los conciertos con la sanidad pública. La dependencia de las cuotas por atender a los asegurados es todo un problema cuando tanto las clínicas como los autónomos reclaman por las bajas cuotas que reciben de las aseguradoras.
Según explican desde las diferentes asociaciones de médicos privados, el problema es que los acuerdos no se modifican en más de 30 años. Es un punto que reclaman, sobre todo ahora, que la inflación hará que suban las primas y los seguros de salud celebran un aumento del 10% en los afiliados durante los años de la pandemia. Es un choque que ya está teniendo repercusión en los pacientes con el largo de la fila de la sanidad privada en algunas ciudades, acercándose a la de salud pública.
Es por tanto normal que los médicos del sector privado empiecen a molestarse, con algunos presentando la posibilidad de informarle a los pacientes de las bajas cuotas y solicitar los copagos dependiendo del caso.
7 EUROS POR LA CONSULTA
Aunque esto pueda sorprender a un paciente que ve como su prima en seguros no hace sino aumentar, desde el Sindicato de Médicos de Sevilla, el Colegio de Médicos de Sevilla y la Asociación de Trabajadores Autónomos aseguran que las cuotas que reciben no han cambiado en 30 años. En ese tiempo la sanidad privada se ha vuelto una pieza cada vez más importante dentro del sistema de salud español.
Son varias las medidas que se han planteado para enfrentar esta situación. Desde explicarle la situación al paciente y solicitar un copago hasta cortar con algunas aseguradoras, aunque en la mayoría de los casos esperan poder llegar a acuerdos antes de tomar decisiones tan radicales. En cualquier caso, si denuncian que la situación es crítica, por lo que esperan que se tomen acciones pronto.
Esto ocurre irónicamente en un momento en que las aseguradoras pueden presumir de uno de sus mejores momentos. La pandemia, y el apoyo de algunas comunidades autónomas, las han convertido en una necesidad para muchos españoles. Lo cierto es que la exigencia de velocidad causada por la crisis y el embudo, aún sin resolver, de intervenciones quirúrgicas retrasadas por la pandemia han empujado a buena parte de los usuarios a buscar alternativas al sistema de salud público.
POCAS OPCIONES
Según explican los sindicatos, la expansión de los seguros de salud los ha obligado a depender más que nunca de ellos para conseguir pacientes. Esto ha llevado a que algunas áreas de la salud queden algo cojas, la principal es la atención primaria, que según el ministerio de salud tiene un déficit de 4500 médicos y algo más de mil enfermeras entre la salud pública y la privada.
Pero lo cierto es que con los ingresos que reciben por una consulta lo normal es que busquen otras posibilidades para afrontar la situación. Lamentablemente, esto se evidencia en las listas de espera para las consultas primarias, las que más problemas resuelven y también las que más espera tienen. Es un punto del que hace poco en la sanidad privada presumían de diferenciarse del sistema de salud pública, pero donde los tiempos de espera se alargan un poco más todos los días.
Una situación que podría empeorar de separarse del todo los sistemas públicos y privados. Es el riesgo que se ha señalado desde la salud privada varias veces, pero visto así puede servir para que se invierta la situación que pasaba antes. Mientras que en 2017 los médicos de la salud pública saltaban a la privada, ahora puede pasar lo contrario. Esto cambiaría la forma que se entiende ambas, y bien podría empujar a las aseguradoras a reaccionar ante esta nueva situación, que dejaría a sus clientes sin uno de sus servicios más importantes.
2023 EN LA SANIDAD PRIVADA
Lo cierto es que estas dudas podría explicar las tímidas previsiones de la sanidad privada para 2023, aún tras dos años positivos, y el aumento de los precios por la inflación. A pesar de todo, en comunidades como Madrid y Valencia siguen contando con el sistema privado para suavizar la situación en la salud pública, y tratar de reducir las infinitas listas de espera en esas áreas.
Al mismo tiempo, Cataluña ha pedido que la nueva ley funcione distinto con ellos, siendo los conciertos con la sanidad privada uno de los grandes pilares de en esa comunidad, por lo que la nueva ley de ser aprobada sin matices podría ser catastrófica. A pesar de todo, es una buena oportunidad para que se rectifique una diferencia de posiciones entre los médicos y la sanidad privada que vienen arrastrando desde hace años.