Vivimos ya en un mundo tecnológico y ya no sólo nos preocupamos de qué lavadora, televisor o PC comprar. Ahora nos preocupamos, y mucho, de productos que eran rarezas y ahora son casi de uso habitual como aparatos domóticos, gadgets varios y electrodomésticos del siglo XXI con las más variadas utilidades, sobre todo en plan robots. Pero hay uno que últimamente ha arrasado en muchos hipermercados, tiendas de electrodomésticos y online: la freidora sin aceite. Y es que combinan dos demandas enormes: la comodidad a la hora de cocinar, sin ensuciar y además hacerlo de manera sana y encima sin gastar en este caso aceite. Sin embargo, veamos que tiene también sus contraindicaciones y motivos para al menos pensarse si comprarlo o no.
7FREÍR SIN ACEITE PERO NO SIN GRASA
Es el matiz. La freidora sin aceite cocina sin ello, pero no se puede freír sin grasa. Es por tanto un reclamo comercial o una forma de retorcer el vocabulario. Lo que sí que consiguen, es darles a los alimentos ese punto crujiente que tanto nos gusta de los fritos. En realidad, estos aparatos funcionan de manera muy parecida a un horno de convección porque al igual que estos, utilizan aire caliente (en lugar de aceite) para cocinar los alimentos. La diferencia es que las freidoras sin aceite mueven el aire de manera muy rápida alrededor de los alimentos.